Derrotado a principios de septiembre por Liz Truss, Rishi Sunak, de 42 años, podría pronto vengarse. El domingo anunció su candidatura en la carrera a Downing Street y, en caso de que ganara, se convertiría en el primer jefe de gobierno de una minoría en el Reino Unido.
A finales de septiembre, cuando las medidas económicas anunciadas por Truss hacían tambalear los mercados y hundían la libra, el exministro de Finanzas de Boris Johnson se mantuvo discretamente al margen.
Y eso que Sunak ya había advertido a los conservadores durante la campaña que el programa de Truss era como un «cuento de hadas«, y que sus reducciones fiscales tendrían un impacto en la deuda.
La feroz reacción de los mercados y su impopularidad, forzaron a Truss a dimitir, 44 días después de asumir su cargo.
Rishi Sunak se lanzó el domingo en la carrera por su sucesión, tras haber logrado holgadamente los avales necesarios. «Quiero enderezar nuestra economía, unir nuestro partido y servir al país«, tuiteó.
Este multimillonario, exbanquero criticado por algunos por ser un tecnócrata desconectado de la población, vuelve al ruedo político con la credibilidad en su nivel más alto.
Para sus seguidores, el mensaje de Sunak, en la anterior campaña para Downing Street, sobre la necesidad de mostrar prudencia económica para luchar contra la inflación ha demostrado que se trata de la persona del momento. Su prudencia presupuestaria, que en un principio lo llevó a ser tildado de demasiado centrista, ahora es tranquilizadora.
El año pasado, este conservador, nieto de migrantes indios, ya era el candidato preferido de los diputados «tories». Pero frente a Truss, pagó un alto precio el hecho de haber abandonado el gobierno de Johnson a principios de julio, seguido de decenas de responsables conservadores.
En la élite
Frente a las críticas, este aficionado de la saga de Star Wars muestra su historia familiar, como un ejemplo de la superación que a los conservadores tanto les gusta oír.
Nacido el 12 de mayo de 1980 en Southampton, en la costa sur de Inglaterra, es el mayor de tres hijos de un médico de cabecera y una farmacéutica.
Originarios de India, sus abuelos emigraron a África oriental británica en los años 1960.
Pero rápidamente se vinculó con la élite cuando estudió en el Winchester College, un elegante internado privado para chicos, y cursó Política, Filosofía y Economía en las prestigiosas universidades británica de Oxford y estadounidense de Stanford.
Antes de entrar en política trabajó en el sector de las finanzas, en Goldman Sachs y fundó su propio fondo de inversión.
Cuando en 2015 fue elegido diputado prestó juramento sobre el Bhagavad Gita, un libro sagrado del hinduismo, escrito en sánscrito. Sólo cinco años después accedió al codiciado puesto de ministro de Finanzas, un poco antes del inicio de la pandemia.
Con un carisma que recuerda al del laborista Tony Blair, logró erigir una marca personal en las redes sociales, donde cultivó un perfil de abstemio, alternando los elegantes trajes y corbatas de marca con un estilo relajado para ir a trabajar, a veces con capucha o en atuendos deportivos cuando visitó alguna construcción, destacando siempre por su afinidad por los detalles.
Pero su fortuna, recaudada a lo largo de su carrera en las finanzas y tras casarse con Akshata Murty, hija de un magnate indio, no sienta bien entre la población británica, que se enfrenta a una grave crisis económica.
Por: Agencia