domingo, junio 30

Revés histórico para el partido de Mandela que pierde la mayoría absoluta en Sudáfrica

Con el escrutinio prácticamente terminado, el terremoto político se confirma en Sudáfrica.

El histórico partido de Mandela sufre un revés de gran magnitud porque aunque conserva la primera plaza, lo hace tras una caída histórica nunca vista de casi 18 puntos y pierde la mayoría absoluta con apenas un 39 % de los votos.

Después de 30 años de lealtad inquebrantable de los electores al ANC por haber liberado a Sudáfrica del régimen racista del apartheid, el partido de Nelson Mandela sufre la erosión por años de corrupción, clientelismo y un legado de Mandela puesto en cuestión.

Ahora se abre un periodo en el que el histórico ANC de Mandela tendrá que formar alianzas y someterse a negociaciones para la formación de un gobierno de coalición, cuyos contornos los expertos aún están discutiendo.

Una alianza con la AD, el centro liberal, liderada por el político blanco John Steenhuisen, podría toparse con resistencias dentro del ANC. El programa de AD, que apuesta por el libre mercado y el fin de los programas de empoderamiento económico de la población negra, está en las antípodas de la formación gobernante. La tercera formación en el ránking es con 12 % el partido Umkhonto We Sizwe (MK), creado hace apenas seis meses por el exjefe del ANC y expresidente Jacob Zuma, que dio la gran sorpresa de estos comicios. Pero forjar una alianza con el partido de Zuma, de 82 años, que se vio obligado en 2018 a renunciar a la presidencia por acusaciones de corrupción, también se anuncia difícil.

Más de 27 millones de votantes fueron convocados para designar a sus 400 diputados, que luego elegirán al presidente. El conteo comenzó tan pronto como las oficinas cerraron el miércoles por la tarde, algunos terminaron tarde por la noche debido al intenso tráfico.

Para muchos de los 62 millones de sudafricanos, el ANC, que había prometido educación, agua y vivienda para todos durante las primeras elecciones multirraciales de 1994, no ha cumplido sus promesas: la delincuencia está alcanzando niveles récord, la pobreza y las desigualdades están aumentando.

La vida cotidiana también está plagada de cortes de agua y electricidad. Y los casos de corrupción que involucran a sus altos funcionarios finalmente han socavado la confianza que ya había sido dañada.

Por: Agencia