Shell y la Compañía de Gas Nacional (NGC) de Trinidad y Tobago se acercan a un acuerdo para honrar a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por su inversión de $1.000 millones en el campo de gas Dragón, un yacimiento que las tres gases desean explotar.
Cuatro personas conocedoras al tema contaron a Reuters que estas negociaciones no habían podido avanzar tan aceleradamente debido a las condiciones de la licencia que otorgó a Trinidad y Tobago y Shell para operar en suelo venezolano pese a las sanciones, entre las cuales destacaba no hacer pagos en efectivo al Estado venezolano y sus compañías estatales.
Esta es una piedra de tranca porque Pdvsa quiere una compensación por los $1.000 millones que invirtió en el proyecto en 2013, cuando se pretendía explotar este campo con unas reservas estimadas de 4,2 billones de pies cúbicos de gas, aunque no se concretó debido al inicio del período de contracción económica, seguido por las sanciones de Estados Unidos.
Trinidad y Tobago trató de saltar esa traba previamente intentando negociar con Venezuela los pagos por la operatividad del campo mediante bienes humanitarios, entre los cuales se incluye medicina y comida, cuyos envíos a Venezuela son permitidos por las sanciones estadounidenses, pero el gobierno venezolano se negó y exigió dinero por el gas que explotará la NGC.
Ante esta situación, Trinidad y Tobago prevé solicitar a Estados Unidos reconsiderar las limitaciones y permitir que se pague la compensación, lo que aceleraría la continuidad del proyecto que podría estar culminado en unos dos años, lo que permitiría a la isla caribeña impulsar sus plantas industriales de gas natural licuado (GNL) y petroquímica.
Aunque Shell y la NGC no han dado el visto bueno a ningún monto exigido por Pdvsa aún, una de las fuentes de Reuters indica que ambos actores están preparados para pagar «todos los reclamos legítimos» que tenga la estatal venezolana.
Tanto Shell como la NGC confirmaron que todas las partes se encuentran en negociación, aunque no ofrecieron mayores detalles.
«Las conversaciones sobre el proyecto Dragón que involucran a los gobiernos de Venezuela y Trinidad y Tobago, además de Shell, están en proceso y son comercialmente confidenciales», respondió Shell a Reuters.
Hace apenas una semana, el ministro de Energía de Trinidad y Tobago, Stuart Young, fue recibido por Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores, aunque el mandatario no amplió en detalles más allá de indicar que hablaban de acuerdos bilaterales en materia energética.
Desde el año pasado, Trinidad y Tobago ha solicitado a la administración de Nicolás Maduro una concesión para operar el campo Dragón. Tras múltiples conversaciones con Washington, finalmente en febrero de 2023 recibieron una licencia para operar el campo perteneciente a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) al margen de las sanciones.
La licencia otorgada por Estados Unidos tiene una vigencia de dos años y, según el subsecretario de Estado de Recursos Energéticos de Estados Unidos, Geoffrey Pyatt, cualquier extensión «dependerá del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y de lo que suceda en Venezuela«.
Por: Agencia