En una isla ventosa frente a la costa de Helsinki, finlandeses de todas las clases sociales llegaron a pasar el fin de semana en un entrenamiento militar, con una oleada de voluntarios en momentos que el país quiere entrar a la OTAN para protegerse de Rusia.
El ejército finlandés tiene solo 13.000 profesionales, pero este país de 5,5 millones de habitantes dispone de la impresionante cifra de 900.000 reservistas y un ejército en tiempos de guerra con capacidad para 280.000 soldados. Es el símbolo de un país que siempre se ha preparado para enfrentar lo peor.
Para muchos de los que acudieron este sábado de mayo a la isla militar de Santahamina, la invasión rusa de Ucrania fue una llamada de atención.
«Fue la última señal de que hay que estar preparado en la vida. Si algo pasa, hay que estar más equipado frente a una crisis«, comentó a AFP Ville Mukka, un ingeniero de 30 años.
Con trajes de camuflaje y cascos cubiertos de ramas, él y sus compañeros aprenden a combatir cuerpo a cuerpo, a detectar explosivos o a desplazarse por el bosque de forma coordinada.
En la primera semana de la guerra en Ucrania, creció la inscripción en los programas de defensa voluntaria.
«El interés fue alrededor de diez veces superior a los años normales«, explicó Ossi Hietala, de 29 años, representante de la MPK, la Asociación Finlandesa de Entrenamiento para la Defensa Nacional.
En lugar de 600 voluntarios por semana, el número subió a 6.000, lo que llevó al Estado finlandés a pagar a MPK tres millones de euros adicionales.
Independiente de Rusia desde 1917 y luego invadida por la Unión Soviética en 1939, Finlandia estuvo en guerra con su poderoso vecino durante gran parte de la Segunda Guerra Mundial, terminando en una alianza de facto con la Alemania nazi.
El conflicto provocó la pérdida de gran parte de su territorio, seguido de décadas de neutralidad forzada bajo la vigilancia de Moscú durante la Guerra Fría.
«No hay necesidad de ir muy lejos en la historia para encontrar puntos de convergencia» con la guerra en Ucrania, «eso es lo más preocupante«, apuntó Tuomas Vare, un participante de 43 años.
«Esa es sin duda la razón por la cual yo estoy más activo en mis entrenamientos«, admitió.
Finlandia anunció el domingo su candidatura «histórica» a la OTAN y Suecia lo hizo el lunes, una consecuencia directa de la invasión rusa a Ucrania que pone fin a décadas de neutralidad militar.
Francotiradores
Desde el inicio del conflicto ucraniano, se triplicó el número de simpatizantes de la alianza en Finlandia, hasta alcanzar más de 75%.
«Yo pienso que Finlandia como país pequeño no tiene otra vía razonable de defenderse y defender su soberanía. Yo apoyo la alianza«, expresó Mukka.
Moscú manifestó su irritación ante el proyecto de adhesión de los dos países nórdicos y amenazó con una «respuesta».
Los entrenamientos de MPK, que ofrecen una amplia gama de cursos para preparar a la población ante una crisis, reciben unas 40.000 personas por año.
Las formaciones van desde un nivel básico de lectura de mapas o de acampar en el bosque, hasta el entrenamiento de francotiradores y uso de armas antitanque.
«Quienes vienen son finlandeses comunes. Estas personas quieren desarrollar sus competencias, entrenarse y aprender cosas nuevas«, señaló Hietala.
La mayoría de los participantes son reservistas que buscan refrescar sus competencias.
Contrario a la mayoría de los países europeos, Finlandia basa su defensa en el servicio militar obligatorio.
Todos los hombres de 18 a 60 años están sujetos a la conscripción, mientras que las mujeres participan de forma voluntaria.
Cada año, más de 20.000 jóvenes conscriptos hacen su servicio, que va de seis meses a más de un año. Después de eso, pasan a la reserva.
«Los reservistas son 96 % de las fuerzas en tiempos de guerra, por lo cual son una parte muy importante de la defensa militar finlandesa«, explicó Hietala.
«Gran parte de la población adulta ha recibido entrenamiento militar en algún momento de su vida«, acotó.
Por: Nota de prensa