El Gobierno de Joe Biden ha decidido una flexibilización en la política de sanciones hacia Venezuela y su compañía petrolera, Petróleos de Venezuela (PDVSA), como resultado de la situación energética mundial generada por la invasión militar de Rusia en Ucrania.
La empresa española Repsol y el gobierno de Pedro Sánchez han intensificado sus gestiones en Caracas y en Washington para alcanzar un acuerdo similar al que recibió Chevron en noviembre de 2022, publica Petroguía.
La designación de Ramon Santos Martínez como embajador en Venezuela marca un cambio importante, ya que anteriormente el país había reconocido a Juan Guaidó como presidente interino.
Repsol ha iniciado conversaciones con Pdvsa para obtener control operacional y gerencial en las empresas mixtas que tiene en Venezuela, incluyendo Petroquiriquire, El Furrial, Petro Carabobo y la inversión de gas natural de Cardón IV en sociedad con la italiana ENI.
Repsol y ENI recibieron una licencia por parte de la OFAC en 2022 para recibir crudo venezolano como compensación por las deudas de Pdvsa, pero estos despachos no han sido regulares debido a que todo el cargamento se utiliza para compensar obligaciones sin dejar descuentos en efectivo a Venezuela, reseña Petroguía.
Por su parte, Ecopetrol busca una autorización similar a la recibida por Trinidad y Tobago, que permitió a Shell importar gas natural desde el campo Dragón en el oriente de Venezuela.
El Gobierno de Gustavo Petro espera agilizar negociaciones y concretar acuerdos para importar gas a través del gasoducto transcaribeño Antonio Ricaurte. Un punto clave para Ecopetrol es si está dispuesta a reducir sus ventas de crudo a Citgo, la filial de PDVSA en Estados Unidos que actualmente está controlada por la oposición venezolana.
Por: Agencia