Un grupo de 50 migrantes que viajaban en un autobús de pasajeros desde la ciudad mexicana San Luis Potosí hacia Nuevo León, estado ubicado en el norte del país, fueron secuestrados por un grupo de hombres encapuchados y armados, así lo informó la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León (Fgjnl) el martes 16 de mayo.
Los hechos se registraron el lunes 15 de mayo en los límites de San Luis Potosí con Nuevo León en donde se interpuso la denuncia. Los dos conductores también fueron secuestrados.
La Fiscalía de Nuevo León detalló que «el propietario de un autobús que transportaba a un grupo de migrantes extranjeros tuvo conocimiento, mediante la localización del GPS del vehículo, que en el estado de San Luis Potosí, este se había salido de su ruta».
Además, fue informado que el vehículo «permaneció inmóvil durante 30 minutos y que los pasajeros habían sido privados de la libertad por individuos armados y encapuchados».
El propietario del autobús presentó la denuncia por el robo de la unidad en San Luis Potosí y tras ello, ambas fiscalías trabajan de manera conjunta.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León, Gerardo Palacios, informó que han logrado poner a resguardo a varios migrantes que pudieron escapar de los secuestradores.
Palacios señaló que la policía estatal Fuerza Civil logró localizar «a cielo abierto y auxiliar a varias personas extranjeras, que en primeras entrevistas confirman esta información y quienes habrían logrado ponerse a salvo escapando de sus captores y saliendo de San Luis internándose en territorio de Nuevo León».
Los migrantes secuestrados que lograron escapar de sus captores fueron localizados tras caminar extraviados por una carretera de San Luis Potosí.
Entre ellos están nueve migrantes de Venezuela y Honduras.
Estos hechos ocurren cuando miles de migrantes intentan llegar a la frontera norte de México luego de que el pasado jueves 11 de mayo por la noche, Estados Unidos dejó de aplicar el Título 42, que permitía expulsar de inmediato a migrantes indocumentados, pero instauró otras restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera y comenzó a deportar mediante otra normativa conocida como Título 8.
A diferencia del Título 42, el Título 8 sí permite a los migrantes pedir asilo al llegar a la frontera, pero tienen que cumplir varios requisitos, entre ellos haberlo solicitado en los países por donde han pasado o de lo contrario pueden ser deportados rápidamente.
Por: Agencia