«El punto es una ciudadanía que sí está dispuesta y exigiéndole a su liderazgo, un proceso de cambio que realmente le abra las puertas al siglo XXI venezolano y dejar atrás una historia que nos enfrentó y que no tiene solución como camino dicotómico», subrayó el padre Arturo Peraza durante la entrega del premio Valores Democráticos del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB.
La anécdota de lo que sucedió y sigue sucediendo en una comunidad de Caracas (desde la mujer que comenzó a limpiar una esquina hasta la posición de funcionarios del gobierno contra un mural y la experiencia organizativa) fue narrada este viernes 3 de mayo por el rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el padre Arturo Peraza. «Se trata de ejercicio concreto de democracia en un contexto de comunidad», resaltó Peraza en el contexto de la entrega del premio Valores Democráticos por parte del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, según reseña de Contrapunto.
«Los venezolanos, en la medida en que nos meten en este esquema dicotómico al que le ha interesado al poder meternos, estamos presos. Presos como Rocío San Miguel, presos como Carlos Julio Rojos, presos como los 270 presos políticos. Presos estamos los venezolanos. Presos estamos en una lógica en la que en definitiva todos tenemos que perder mucho; incluso, nuestros propios captores», subrayó.
«El trabajo de ciudadanía tiene que ver con la aceptación del elemento de pluralidad, y esa pluralidad solamente es posible en la medida en que las personas y los ciudadanos se empoderan de la realidad, se empoderan de su espacio. Es lo que hace posible un proceso electoral tramitado por ciudadanos que se atreven a salir a la calle para decir algo desde su condición de ciudadanos», comentó.
Los venezolanos «queremos volvernos a reencontrar», razonó. Necesitamos «caminos para ser resilientes y reencontrar la ruta. Eso es lo que está haciendo mucha gente en nuestras comunidades: nadie está parado. En nuestras comunidades. una y otra vez, la gente está batallando para abrirse un camino en medio de gigantescas dificultades económicas, a través de los más insólitos emprendimientos: desde el clásico carrito de perrocalientes puesto en la esquina de la comunidad, hasta cualquier otro invento que la gente se hace para poder adquirir algo más de fondos como sobrevivir. Pero no están paralizados, y ya no se cree que el papá Estado tiene venir a solventarme el problema. La gente ha tomado su propia historia».
Peraza considera que las comunidades están haciendo caminos que llevan a un nuevo modelo de ciudadanía. «Cuando hablamos de democracia estamos hablando de esos ciudadanos que están luchando, de una u otra manera, en el ámbito económico, en el ámbito social, en el ámbito artístico, en el ámbito político».
También parece claro «que hay gente tratando de tapar esta realidad, pero siento que en definitiva la palabra cambio está puesta en nuestra sociedad, y es en definitiva lo que creo que va a estar pasando antes o después del 28 de julio. La verdad es que el 28 es solo un signo de ese problema. El punto es una ciudadanía que sí está dispuesta y exigiéndole a su liderazgo, un proceso de cambio que realmente le abra las puertas al siglo XXI venezolano y dejar atrás una historia que nos enfrentó y que no tiene solución como camino dicotómico».
¿Qué viene después? «Viene seguir promoviendo la participación», defendió. «Viene creación y sostenimiento de los derechos humanos, porque sin ese elemento, como Estado de Derecho y como respeto a las personas, no vamos a construir una relación sana entre los venezolanos», expresó.
Para el rector ucabista «no es la venganza lo que nos va a llevar al camino del futuro; es la construcción de una verdadera ciudadanía fundada en el respeto a las personas. Necesitamos reconstruir una normalización democrática y esto no va a ser sencillo; esto va a ser un camino muy complejo». Los venezolanos, aseveró, necesitaremos el acompañamiento internacional para avanzar «hacia una normalización democrática que nos permita avanzar hacia el futuro».
Por Agencia.