jueves, noviembre 21

Rashford y el United acabaron con el invicto del líder

Sometido durante muchos momentos del partido por el Arsenal, el Manchester United ofreció una demostración de eficacia, contragolpe y talento, personificado en los pases de Bruno Fernandes, sin el que nada había sido posible, y en los dos goles de Marcus Rashford con los que desbordó y le discutió al líder de la clasificación para derrotarlos 3-1, al que frenó tras cinco triunfos seguidos y frustró un pleno histórico en el estreno con un tanto de Antony, el fichaje de 100 millones de euros del club de Old Trafford.

El equipo de Erik Ten Hag crece, crece y crece en las últimas jornadas. Alarmado al inicio, su respuesta es incontestable. Sus cuatro triunfos consecutivos y la consolidación ante el Arsenal lo colocan a sólo tres puntos de la cima de la Premier League con capacidad de resistir, responder y golpear sobre la portería contraria, sobre todo, cuando sufrió sus momentos más delicados en el encuentro, cuando su rival lo sometía con más visibilidad.

Porque el Arsenal maneja una variedad de registros imponentes en esta temporada en ataque. No tanto en su defensa. El United sólo lo dominó en el juego al principio. Nada más. Lo apuró con un remate de Christian Eriksen o el tiro de Jadon Sancho que despejó Ramsdale, finalmente disponible en la portería, entre la sensación de que todo lo que pasaba inducía al gol del United, pero lo doblegó después, justo cuando menos aparentaba hacerlo.

También tuvo influencia el VAR en el minuto 10. Con jugadores como Gabriel Jesus, Martin Odegaard, Bukayo Saka o Gabriel Martinelli, cada contraataque lanzado por la visita era una invitación al gol. Lo fue la recuperación de su media punta noruego -luego entendida por el árbitro como falta sobre Eriksen, con lo que invalidó el tanto-, el pase maravilloso de Saka y el desmarque a la carrera con la definición de Martinelli, que sobrepasó a Dalot y batió a De Gea. El monitor reveló la leve infracción, que forma parte de la polémica.

Un respiro para el United, pero también una advertencia. El Arsenal es un equipo incontrolable en este curso, que encerró después al equipo de Ten Hag durante un rato. Pero los de casa también tienen recursos de sobra. Cada vez tiene más aspecto de bloque y está dotado de unas individualidades incuestionables, que son atraídas por unas cantidades millonarias que hoy, parece, sólo pueden pagar en la Premier League. Tal es el caso de Antony, que desniveló el encuentro con el 1-0 sobrepasada la media hora a pase de Marcus Rashford.

Fichado e incorporado el jueves, procedente del Ajax, fue directo al once como la elección de Ten Hag (por encima de Cristiano Ronaldo) para recomponer su ataque ante la baja de Martial. El extremo brasileño surgió cuando el Arsenal más presionaba, más dominaba la posesión y más amenazaba la supervivencia del cero en la portería de David de Gea, que voló fantástico ante Gabriel Martinelli minutos antes. Antony reivindicó entonces sus cualidades frente al peso de los 100 millones de euros, que parecen excesivos… O no. El futuro y los resultados lo dirán.

En el minuto 57 fue cambiado por Cristiano Ronaldo. Incluso cerrado ya el mercado, no sorprende la suplencia del astro portugués. Ya no es tan llamativa. Por cuarta jornada consecutiva, fue reserva en el United con el añadido de que no estaba disponible Martial y del duelo de la trascendencia de este domingo.

Desde el batacazo que recorrió el mundo contra el Brentford (4-0), el único partido como titular hasta ahora en esta temporada de CR7, no ha vuelto a partir desde las alineaciones iniciales. Y el United lo gana todo: al Liverpool, al Southampton, al Leicester… Y al Arsenal.

No fue suficiente la reacción del conjunto londinense, visible, concluyente, a la altura que se espera en el nivel que ha demostrado hasta ahora en registros impensables en la posesión en el inicio del segundo tiempo (los primeros diez minutos, el bloque visitante dominó la pelota un 85 % por el 15 % local), apabullante por momentos en la presión, en la transición y en la ofensiva y merecedor del empate desde el intermedio.

Y sí logró el empate, pero tardó un poco por una cuestión de definición, porque Odegaard erró una ocasión y Saka cruzó demasiado su tiro dentro del área o cuyo centro, en otra oportunidad, se estrelló contra el larguero, la igualdad se demoró hasta el minuto 59: víctima de la presión en el campo contrario de los visitantes, Varane perdió un balón en su centro del campo que reactivó la máquina ofensiva del Arsenal y el pase perfecto de Odegaard a Gabriel Jesús, que no alcanzó del todo, pero que promovió el rebote para un Saka que transformó en el 1-1.

Pero en el vaivén de todo el partido, en un duelo imprevisible, todo cambió de repente, como lo había hecho en el 1-0. Cuando mejor se percibía el Arsenal, golpeó el United. A la contra, con el primer toque de Eriksen, con la extraordinaria visión y ejecución del pase definitivo de Bruno Fernandes, con el exterior del pie derecho, para lanzar a la carrera a Rashford, que le entregó nuevamente la ventaja al equipo local ante la incredulidad de Mikel Arteta.

El 2-1 descubrió completamente al Arsenal, expuesto en su ofensiva a la imaginación de Bruno Fernandes, que destruyó al equipo gunner en cuanto tuvo espacios hacia adelante. Su siguiente pase habilitó en otro contraataque a Christian Eriksen. En el dos contra uno del danés y Rashford frente a Ramsdale, hizo lo más fácil: se la cedió al delantero para su doblete (quien cayó lesionado después, al igual que Lisandro Martínez), la reafirmación del United y la primera derrota de un líder, de pronto, en entredicho.

Por. Agencias / Foto: Cortesía