viernes, noviembre 22

Raphinha rescató a un Barcelona que sufrió ante el Valencia

El Barcelona de Xavi se ha acostumbrado a sufrir. Parece no importar en este momento el debate del estilo cuando se está viendo obligado a hacer un ejercicio de supervivencia en cada partido. Hoy volvió a aferrarse a LaLiga con una victoria dramática 1-0 ante el Valencia, que jugó la última media hora en superioridad numérica.

Un penalti fallado, una expulsión y acabar pidiendo la hora para llevarse los tres puntos son circunstancias extrañas para el público del Spotify Camp Nou.

Pero parece que el aficionado culé empieza a entender las necesidades que tiene su equipo; y hoy lo arropó y lo alentó para que de nuevo pudiera resistir hasta el final.

Delante tenía al Valencia, que no esperó al Barça atrás forzándole a colgar 42 balones al área ni le arrebató la posesión para obligarlo a defender cerca de Ter Stegen. Al menos, hasta que así lo exigió el sorprendente giro de guion que tuvo el choque.

Esperando en el bloque medio, el conjunto ché se plantó en el Camp Nou dispuesto a que durante el partido pasasen las menos cosas posibles. Pero se encontró con un tanto en contra al cuarto de hora en la primera ocasión que tuvo el conjunto local.

Sergio Busquets hizo una asistencia magistral ante el desmarque de Raphinha, que cabeceó al fondo de la red desde el corazón del área sobre la salida de Mamardashvili, detalla EFE.

El gol reactivó la confianza del extremo azulgrana, que lo probó poco después en un tiro desviado y asistió a Ansu Fati en las dos ocasiones que tuvo en la primera mitad.

Sin ritmo, precisión y continuidad, el Barcelona volvió acusar las bajas de cuatro importantes futbolistas: Pedri, Dembélé, Lewandowski (lesionados) y el sancionado Gavi. Aunque tuvo el 2-0 a la media hora en un disparo seco de Ferran Torres desde la frontal, que desvió Mamardashvili.

El Valencia, diluido durante la primera media hora, acabó mejor que su rival en el primer acto al inquietar la meta de Ter Stegen.

Primero, en un cabezazo de Correia que no encontró puerta; después con un disparo a las nubes de Lino tras un error de Ter Stegen en la salida del balón; y finalmente con otro remate desviado de Ilaix Moriba dentro del área, tras un mal rechace de la defensa azulgrana.

La victoria ante la Real Sociedad después de encadenar cinco derrotas parece haber aligerado la mochila del equipo valenciano. Pero a la escuadra de Rubén Baraja le sigue faltando personalidad.

Tener que manejar la presión de verse en los puestos de descenso, algo a lo que no está para nada habituado, tampoco ayuda. Ni haberse quedado sin pólvora arriba por las lesiones de Cavani y Marcos André y sin la energía por banda izquierda de Gayá.

Aun así, el conjunto visitante lograba salir vivo del choque y encaraba la reanudación con opciones de sacar algo positivo del Camp Nou.

Más aún, cuando Ferran Torres falló un penalti después de que el árbitro señalara manos dentro del área en un rechace de Guillamón; Ansu Fati también estrelló un tiro al palo en la jugada siguiente y Araújo fue expulsado por roja directa luego de derribar a Hugo Duro, cuando éste se marchaba solo a la portería.

Xavi, que hoy dirigía a su equipo desde la tribuna al estar sancionado, sacrificó a Ansu Fati para que ingresara Marcos Alonso. El Barça debía aguantar media hora con diez si no quería complicarse LaLiga.

El Valencia olió la sangre y puso el cerco sobre la meta de Ter Stegen, pero sin la clarividencia ni la contundencia necesarias para poner en verdaderos aprietos a su rival.

Y es que este Valencia ahora mismo no está ni para ganar contra diez. Y los jugadores del Barcelona y el Camp Nou, que parecen cada vez más enganchados al drama, celebraron como si hubieran ganado LaLiga el pitido final del colegiado.

Por: Agencias / Foto: Cortesía