Con imágenes de más de 30 metros de altura, colocadas en el cerro del Panecillo, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, se instaló en la capital ecuatoriana, Quito, el tradicional pesebre gigante, considerado el más alto de Latinoamérica.
El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, indicó que con el encendido de las luces del belén la noche del viernes, empezó la época navideña, reseñó EFE.
«Como es tradicional (desde 2005) en la ciudad de Quito, en El Panecillo se ha colocado un Pesebre Gigante y lo hemos encendido, de tal modo que comenzamos con este rito religioso para los que somos católicos: el nacimiento del Niño Jesús. Espero que Él nos dé lo más importante que es vida y salud», dijo.
Desde la primera semana de septiembre inició el traslado de 24 piezas desde las bodegas en el parque Bicentenario hasta El Panecillo, donde cada parte se ensambla manualmente en superficie y posteriormente se levantan las siete esculturas con grúas, explicó Jorge Merlo, gerente General de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
El pesebre está constituido por San José, que tiene una altura de 38 metros; los Reyes Magos Baltazar y Gaspar de 35 metros y el Rey Mago Melchor de 33 metros. Además, se configura la estructura de la cuna, con el Niño, la estrella el buey y el burro de 6 metros de alto.
La escultura de la Virgen de Legarda, que corona desde hace varios años El Panecillo, representa a la madre del Niño Jesús.
Para iluminar todas las estructuras se utilizan 1.200 metros de luces LED, que resaltan el belén en las alturas, mientras la ciudad se derrama a sus pies y termina, panorámicamente, formando parte del pesebre.
Por Agencia