En este su tercer y último intento por la Presidencia de Colombia, Gustavo Petro derrotó a las élites que siempre cuestionó y moderó sus posiciones más extremas. Fue el candidato más votado en la primera vuelta y hoy derrotó a Rodolfo Hernández, reseña Blu Radio.
Miope desde pequeño, Petro se siente llamado a quebrar una «historia» de 200 años. Su fuerte son los debates y la plaza pública. Economista de profesión y nacido en una familia de clase media, fue educado por sacerdotes lasallistas.
Siempre ha enarbolado las banderas de la ruptura y el cambio. Su ascenso asusta a poderosos sectores que temen que su gobierno sea un «salto al vacío».
A otros les repele su mesianismo. «Él se cree predestinado (…) la única persona que puede salvar a Colombia», resumió una fuente próxima que habló bajo reserva al portal independiente La Silla Vacía, publica Blu Radio
Petro se presenta como progresista antes que izquierdista, para evitar que lo asocien con las guerrillas marxistas que por seis décadas han avivado el conflicto armado y no pocos odios entre los colombianos.
Pero su pasado en la lucha armada lo persigue y es el caballo de batalla de sus adversarios. Varias veces amenazado de muerte y forzado a un exilio de tres años en Europa, tuvo que blindarse para dar sus discursos en tarima con chaleco antibalas, escudos a su alrededor y al menos 20 guardaespaldas en la tarima.
Ahora Colombia solo espera que cumpla todo lo prometido en campaña.
Por: Agencia