En las filas de las FARC, guerrilla de la cual fue uno de los principales líderes, a Jesús Santrich lo conocían como artista. Era pintor, poeta, y escribió algunos libros que se difundían entre los simpatizantes de la insurgencia.
También fue, por algún tiempo, ‘abanderado’ de la paz: hacía parte de la delegación de excomandantes guerrilleros que por más de cuatro años se sentaron en La Habana, Cuba, a negociar con el Gobierno el acuerdo de terminación del conflicto que se firmó en noviembre de 2016. Pero apenas dos años y medio después, en julio de 2019, en medio de un polémico proceso por narcotráfico ante la justicia, Jesús Santrich –cuya muerte se conoció hoy– tomó una decisión que marcó su legado: se fugó para internarse en las selvas del país y rearmarse, señala El Tiempo.
Solo en la última década ocupó tantos roles como el tránsito de la guerra la paz lo permitió: de jefe guerrillero a negociador, a representante a la Cámara, a investigado, a prófugo y a líder de las disidencias.
En agosto de 2019, fundó –junto con ‘Iván Márquez’, ‘El Paisa’, ‘Romaña’ y otro puñado de desertores– la Segunda Marquetalia.
Se trata de grupo armado ilegal que dice retomar las «banderas revolucionarias» de las Farc, pero que las autoridades tienen en la mira como una estructura narcotraficante que, además, es responsable de los asesinatos de decenas de líderes sociales e, incluso, de excombatientes que se acogieron al acuerdo de paz.
La propia Segunda Marquetalia aseguró, a través del sitio web farc-ep.net en la tarde de este martes, que ‘Santrich’ fue abatido en territorio venezolano. Su muerte, de ser finalmente confirmada, marcaría la primera baja representativa en este grupo armado, cuyas cabezas han permanecido ocultas en los últimos dos años.
¿Quién era ‘Santrich’?
Seuxis Pausias Hernández Solarte, su nombre real, Nació en Sucre en 1967, en un hogar conformado por dos maestros de colegio. El seudónimo de Jesús Santrich, lo habría tomado de un amigo de universidad asesinado a bala por un agente del DAS. También le decían ‘Trichi’ o ‘El ciego’.
Ese último apodo se lo ganó por una discapacidad visual que, según él mismo relataba, poseía desde los 14 años y desencadenó en un síndrome de Leber que lo llevó a una ceguera casi total.
Piel trigueña, hoyuelo en la mejilla izquierda, cabello negro teñido de blanco por las canas, gafas de lentes polarizados y un bigote que lo acompañó hasta hace pocos meses, Santrich fue durante décadas una de las cabezas de las Farc en la costa norte del país.
Antes de terminar el colegio se vinculó a la Juventud Comunista (Juco), en la que fue miembro del secretariado regional del Atlántico. A los 16 años, entró a la universidad de ese departamento, de donde se graduó como licenciado en Educación con especialidad en Ciencias Sociales.
Reportes de inteligencia indican que ‘Santrich’ ingresó a las Farc en 1985, con apenas 18 años. Sin embargo, de acuerdo con algunos centros de investigación, su llegada a las filas guerrilleras se dio en 1991, luego de formar parte de la Unión Patriótica.
«Su presencia en momentos como la creación de la Radio Resistencia, y su amistad con Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, le valieron gran protagonismo al interior de las Farc. Gracias a esto, logró consolidarse como uno de los más importantes líderes ideológicos del Frente 19 del Bloque Caribe de las Farc», indica Insight Crime.
La relevancia de ‘Santrich’ fue tal que, en 2006, pasó a formar parte del Estado Mayor del Bloque Caribe y, dos años más tarde, en 2008, ingresó como suplente al Estado Mayor Central de las Farc, con el espaldarazo de ‘Alfonso Cano’.
Tras la muerte de los principales líderes y fundadores de las Farc, como Manuel Marulanda (‘Tirofijo’), Luis Édgar Devia (Raúl Reyes), Victor Julio Suárez (‘El mono jojoy’), y el mismo Cano, ‘Santrich’ pasó a formar parte del secretariado de la extinta guerrilla, lo que le valió un puesto clave en el proceso de paz firmado con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
El regreso a las armas
Pese a ser uno de los negociadores de paz e, incluso, uno de los elegidos para ocupar un escaño en el Congreso de la República tras la firma del acuerdo, Jesús Santrich pasó a la historia como uno de los traidores del proceso.
Información de inteligencia arroja que el disidente tenía cuatro requerimientos judiciales, por los delitos de homicidio, lesiones, daño en bien ajeno, terrorismo, rebelión y secuestro.
A eso se suma una circular roja de Interpol y una solicitud de extradición a Estados Unidos por narcotráfico. El país norteamericano llegó a ofrecer una recompensa de 10 millones de dólares (más de 36 mil millones de pesos) por ‘Santrich’.
Ese proceso por narcotráfico, que el guerrillero calificó como un entrampamiento, lo puso tras las rejas y creó una dura controversia entre los altos tribunales del país, para definir quién era competente en el proceso.
El 9 de abril de 2018 Santrich fue capturado por la Fiscalía, que lo acusaba de pertenecer a una organización de narcotráfico. La justicia de Estados Unidos lo solicitaba para que respondiera en juicio por, supuestamente, haber enviado droga después de someterse al proceso de paz.
Sin embargo, para mayo de 2019, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) le otorgó a Santrich la garantía de no extradición y le ordenó al ente acusador tramitar su liberación. Esta decisión fue cuestionada por el entonces fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, quien renunció a su cargo.
Estando en libertad, el disidente se desplazó al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en Cesar. Desde allí, el 1 de julio de 2019 Santrich salió hacia el departamento de La Guajira, fronterizo con Venezuela.
De acuerdo con información de inteligencia, el guerrilero habría sido recibido por alias Iván Márquez en la Serranía del Perijá y desde allí «se trasladaron hacia el sector Trinidad de Orichuna del Estado Apure (Venezuela). El 8 de julio del 2019 se conoció que permanecería junto con alias Iván Márquez» en una finca en territorio del país vecino.
Apenas un mes después, en agosto, Santrich apareció en un video vestido de camuflado y con fusil en mano, en el que anunciaba el inicio de la Segunda Marquetalia. Desde entonces se han conocido otras grabaciones, en las que el exguerrillero ha amenazado al presidente Iván Duque y a algunos periodistas.
Por: Agencia