Dos hombres quemaron este lunes un ejemplar del Corán durante una manifestación autorizada por la policía sueca ante el Parlamento de Estocolmo, en una protesta similar a las que desataron tensiones con países de Oriente Medio en las últimas semanas.
Salwan Momika y Salwan Najem pisotearon un ejemplar del libro sagrado musulmán antes de prender fuego a algunas de sus páginas, tal y como hicieron en junio frente a la principal mezquita de Estocolmo.
Su gesto desencadenó una oleada de indignación en Oriente Medio, con protestas en Irak y malestar en la comunidad musulmana.
La pareja también había realizado otra protesta similar frente a la embajada de Irak en Estocolmo el 20 de julio, aunque esa vez sólo pisotearon el libro sagrado.
La manifestación de este lunes fue autorizada por la policía sueca. El cuerpo armado precisó que los permisos que se concedían sólo se referían a la manifestación en sí y no a lo que allí ocurría.
Los organizadores dijeron a los medios que esperaban que Suecia prohibiese el Corán. «Lo quemaré muchas veces, hasta que lo prohíban», aseguró Salwan Najem, un refugiado iraquí de 37 años, al periódico Expressen.
Cerca de 12 contramanifestantes le gritaron a Momika durante la protesta, agitando banderas iraquíes y mostrándole ejemplares del Corán, reseñó AFP.
Mats Eriksson, un portavoz de la policía de Estocolmo, señaló a AFP que el acto contra el libro sagrado se había desarrollado «sin alteraciones graves al orden público».
Durante la protesta, Momika también pisoteó una imagen del influyente clérigo chiita Moqtada Sadr, cuyos seguidores irrumpieron brevemente en la embajada sueca de Bagdad en junio antes de incendiarla en julio.
Irak condenó con fuerza «los reiterados actos de profanación» del Corán y pidió a los países donde tienen lugar estos actos a que adopten «posiciones más firmes para poner fin a estas prácticas criminales».
«Llamar la atención» en Suecia
«Lo vimos de pie ahí de nuevo y gritando cosas sobre el Corán y sobre el islam, jugando con el Corán, y honestamente todo es para llamar la atención y es bastante obvio», aseguró Tamazight El Yaakoubi, una estudiante neerlandesa de 18 años.
Las anteriores profanaciones contra el Corán provocaron tensiones diplomáticas entre Suecia y varios países de Oriente Medio.
Los enviados suecos y daneses en varios de estos países fueron convocados tras estas profanaciones.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó por ejemplo su rechazo a la quema de textos religiosos y advirtió a mediados de julio que no deberían de producirse nuevas ofensas al Corán.
El voto de Turquía es clave para ratificar la adhesión de Suecia a la OTAN.
La semana pasada, Suecia ordenó a 15 organismos gubernamentales fortalecer los esfuerzos antiterroristas.
Y el domingo, la vecina Dinamarca anunció que se planteaba limitar las manifestaciones que impliquen la quema de textos sagrados, evocando preocupaciones de seguridad.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, aseguró que ya estaba en marcha un proceso similar en el país. «Aquí en casa sabemos que Estados, actores estatales e individuos pueden aprovecharse de la situación», dijo en una publicación de Instagram.
La Organización de Cooperación Islámica (OCI) celebró este lunes una reunión extraordinaria sobre las profanaciones del Corán y emitió un comunicado expresando su «decepción» sobre la respuesta de Suecia y Dinamarca.
El ministro sueco de Relaciones Exteriores, Tobias Billstrom, informó el lunes que estaba en contacto con algunos de sus homólogos de los 57 miembros de la OCI y que había enviado una carta a todos sus integrantes.
En un comunicado, aseguró haberlos informado sobre el proceso de concesión de permisos para concentraciones públicas en Suecia y que la policía tomaba esas decisiones de forma independiente.
Por: Agencia