En diciembre la nostalgia aumenta: una emoción que se incrementa en quienes emigraron o han visto a familiares y amigos partir.
La migración en Navidad o Año Nuevo duele más y es necesario trabajar en esos sentimientos para aprender que los vínculos trascienden sin importar los kilómetros de distancia.
El psicólogo Abel Sarabia recuerda que el éxodo afecta a la familia de manera global por lo que se hace necesaria la cercanía, a través de las distintas plataformas de comunicación, y no generar falsas expectativas sobre todo en los niños, reseñó Unión Radio.
«Una de las cosas que más recomendamos los padres que migran es ser cuidadoso con la palabra empleada, prometer cosas que no se pueden cumplir es un arma de doble filo. Es importante que lo que se le vaya planteando al niño tenga un grado de asidero, porque eso permitirá que la confianza permanezca y ayude a afrontar los momentos difíciles», explicó.
Para cada migrante la experiencia es distinta. Lo importante es no cortar de raíz los sentimientos a experimentar luego de la separación con su familia.
«Hay que recordar la importancia de mantener el vínculo a pesar de las dificultades, a pesar de los problemas de conectividad y que una pantalla no sustituye el cariño», manifestó.
Por Agencia