Pandemia, guerras, panoramas políticos-electorales, grandes conciertos, situación de servicios públicos e incluso la cobertura de tal o cual evento deportivo son algunos de los aspectos con los que los periodistas del mundo lidian todos los días de su vida. A todo eso hay que sumar la exigencia, por parte de la sociedad, de consumir las noticias en un lapso cada vez más corto, llevando a los profesionales de la comunicación a reportar casi en tiempo real lo que ven, escuchan y siente en cada pauta.
Esto provocó que, en los últimos años, el diagnóstico de ansiedad entre los periodistas se elevase, según los resultados presentados el 4 de octubre de 2021 de forma conjunta por la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y Fundamedios; y los estudios conducidos por Reuters y la Federación Internacional de Periodistas (FIP) en el año 2020, reportan que más del 50 por ciento de periodistas han experimentado un aumento de estrés y ansiedad.
En esa misma línea de ideas, en 2021 un trabajo publicado por el Observatorio Venezolano de Fake News indica que: “los trastornos y síntomas más frecuentes son: Ansiedad, miedo, trastornos de sueño (insomnio), depresión, desánimo para trabajar, falta de motivación, agotamiento físico y mental, dolor de cabeza y mareos”.
La ansiedad como la reina de los sentimientos periodísticos
Paola Díaz, licenciada en Psicología de la Universidad Metropolitana, Psicoterapeuta Gestalt y Máster, desarrollo de equipos de alto rendimiento, explicó a Foco Informativo que dentro del contexto país, la situación global, la economía, además de la aceleración con la que las personas viven sus días, hacen evidente que un individuo, sin importar su profesión u oficio, acudan a consulta para cuidar su salud mental.
“Exclusivamente con los periodistas, cada vez más, se hace evidente la necesidad de atenderse. Al final somos seres que como personas sociales trabajamos por empatía. El periodista trabaja con historias, esas historias nos conectan, nos mueven. Creo que, en el tiempo, mientras se ha develado la importancia de la salud mental, pues también es evidente para los miembros de este gremio la necesidad de revisar qué pasa frente a los que sucede dentro de ellos, luego de llevar una historia de impacto, de estar en un lugar donde hay impacto, porque el rol periodístico no es solo llevar una historia, sino estar en la historia”, señaló.
Para Díaz esa experiencia en donde el periodista no solo es espectador, sino que también vive la historia, ocasiona dentro de ese profesional un “impacto importante” por lo que desde hace tiempo observa que los periodistas acuden cada vez más a la consulta psicológica.
“Definitivamente la pandemia fue un antes y un después en todo y, de hecho, el aumento significativo de casos que hablan de ansiedad y depresión creció de manera importante. En el gremio periodístico, especialmente también. (…) Son muchas las variables las que impactaron en ese momento, el cambio de rutina, la incertidumbre, las historias tras una pandemia que de alguna manera impactaron tanto en gremio como en todo”, subrayó la profesional.
La ansiedad es el diagnóstico más frecuente en los miembros del gremio periodístico que llegan a la consulta de Díaz, incluso por encima de la depresión o estados depresivos, que también puede encontrar.
“Es un registro, a nivel global, que los casos de depresión aumentaron en los últimos años, sin embargo, en el caso de los periodistas creo que la ansiedad es una variable bastante presente porque está asociada al miedo, a estar en contexto de riesgo, contexto de incertidumbre y naturalmente genera esa emoción. Para mí la emoción que más evidente que está entre los periodistas es la ansiedad que es la excesiva preocupación por algo. Se llena el pensamiento de dudas, sentimientos de angustia y cosas en mi cuerpo como palpitaciones, sudoración, en momentos precisos; eso nos habla de estados ansiosos importantes frente a detonantes del entorno», especificó.
Otras representaciones de la ansiedad en el cuerpo son: la interrupción del sueño, dificultades para llevar las funciones cognitivas normales, es decir, concentración, atención, memoria. También físicamente pueden sentir palpitaciones, comernos las uñas, comer en exceso o se me quite el hambre.
El momento de las contramedidas
Díaz, quien también es especialista en juego terapéutico, facilitadora en procesos de aprendizaje y coach en Programación Neurolingüística (PNL), destacó que las organizaciones o medios de comunicación manifestaron ya una preocupación por el estado mental de sus periodistas.
“Ahorita es algo que veo de manera pronunciado sobre todo por la época electoral que atravesamos”, enfatizó.
En base a su experiencia, la psicóloga antes de hacer un diagnóstico general al gremio periodístico, resaltó las fortalezas del mismo, pues no todo puede basarse en lo que lo afecta, también es necesario hablar de lo que fortalece y por eso no dudó en calificarlo de resiliente, valiente y dispuesto.
“Desde allí es un gremio que actualmente presenta varios síntomas que me hablan de estados ansiosos importantes, donde es necesario atender lo que sentimos, revisar lo que sucede frente a nosotros, porque también cada caso es personal y que sucede en mi (el periodista) frente a lo que sucede”, expuso.
La experta en salud mental resaltó la importancia de los momentos de desconexión, además de mantener hábitos saludables, así como los chequeos médicos.
“Desde hace un tiempo mantengo una campaña porque, quizás no lo decimos con frecuencia, sobre todo la salud es un tema complejo de atender, pero sin duda alguna es necesario hacer seguimiento de nuestro estado físico agrega mucho valor a atender nuestra salud, habla de nuestra atención personal, también revisar nuestra relaciones interpersonales para saber cómo están y ver de qué manera puedo tener redes de apoyo que me fortalezcan”, acotó Díaz.
Por: José Manuel Sánchez / Fotos: Cortesía