En su despedida, el pasado viernes, antes de dirigirse a la clínica de Cali donde le practicaron la eutanasia, el caleño Víctor Escobar Prado afirmó que amaba a su familia y quería mucho a todos los que lo ayudaron en su lucha para acceder a la muerte digna.
Esas muestras de amor se extendieron hasta el lugar desde donde partió de este mundo y dejó atrás los rigores de sus múltiples enfermedades. Al personal médico y de enfermería le dijo que quería donar los órganos que fueran funcionales, reseñó El Tiempo.
Donó sus corneas.
Cabe recordar que como consecuencia de dos accidentes cardio-vasculares (ACV), Escobar padecía hemiparesia izquierda (condición neurológica que dificulta el movimiento de una mitad del cuerpo), hace cuatro años le sobrevino una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), que lo postró. Además tenía diabetes e hipertensión.
En su historia clínica figuran también una trombosis (un coágulo de sangre en una o más venas profundas del cuerpo), tenía el lado derecho del corazón de mayor tamaño y pasó por cuatro cirugías en la columna debido a un grave accidente de tránsito que tuvo.
Antes de fallecer, Escobar estuvo rodeado por sus hijos y esposa. Comió papas de paquete y un jugo de caja antes de ser sedado.
Sus familiares y personal médico lo despidieron con aplausos y le dijeron que fue un guerrero.
Será velado en su casa
El cuerpo sin vida de Víctor Escobar aún permanece este sábado en la clínica donde falleció a la espera de que se cumpla el protocolo covid-19. Luego será traslado a una funeraria para prepararlo para su último adiós.
Su familia espera velarlo en su casa hoy y mañana serán sus exequias. Será cremado.
Por Agencia