Debido a las características que tuvo el fatal tiroteo de la madrugada de este lunes que dejó seis víctimas, entre ellas un bebé de 6 meses, su madre adolescente y una anciana, las autoridades del Condado de Tulare no descartan la posibilidad de que esté involucrado un cártel de droga.
Los disparos ocurrieron aproximadamente a las 3:30 a.m. en Harvest Road, al este de la Autopista 99, en la ciudad de Goshen, cerca de Visalia, en el Condado de Tulare, en el centro de California
El Departamento del Sheriff del Condado de Tulare consideró que el tiroteo se trató más de un ajusticiamiento, dirigido contra las víctimas, debido a que algunas presentaron balazos en la cabeza.
Las autoridades buscan a dos sospechosos de cometer los homicidios, que pueden estar relacionados con una orden de allanamiento que se realizó en el domicilio la semana pasada y que resultó en un arresto y el aseguramiento de marihuana, metanfetamina y armas de fuego.
“Creo que está conectado específicamente con el cártel. El nivel de violencia no era de un pandillero común y corriente de bajo nivel”, declaró a Los Angeles Times el Sheriff del Condado de Tulare, Mike Boudreaux, sin mencionar algún cártel de droga en particular.
Hasta el momento, las autoridades no han divulgado los nombres ni las edades de las seis víctimas, pero mencionaron que, al parecer, algunas de ellas eran familiares.
El Sheriff reveló que varias de las víctimas recibieron balazos en la cabeza, entre ellos el bebé, que fue encontrado en brazos de su madre, una joven de 17 años, cuyos cuerpos fueron encontrados en una zanja en el exterior de la vivienda. Al parecer, la adolescente intentaba escapar junto con su hijo en el momento en que les dispararon.
Una tercera víctima, una anciana que fue encontrada en una cama de la residencia, también recibió un balazo en la cabeza, posiblemente mientras dormía.
En la masacre también murieron tres hombres. Uno de ellos todavía se encontraba con vida cuando llegaron los alguaciles, le practicaron resucitación cardiopulmonar y lo trasladaron a un hospital, donde falleció más tarde a causa de las heridas.
Las autoridades dijeron que se investigaría si una de las víctimas se trataba de un hombre que fue arrestado la semana pasada por una unidad de pandillas y narcóticos del Departamento del Sheriff del Condado de Tulare. Adelantaron que serían necesarias pruebas de ADN para identificar a uno de los hombres debido a las lesiones que le causaron en su rostro las armas de fuego.
Se informó que dos mujeres sobrevivieron al ataque al esconderse en un tráiler que estaba en la propiedad. Al parecer, las personas se percataron de la presencia de unos intrusos gracias a unas cámaras de vigilancia.
Los intrusos patearon o empujaron la puerta de la casa y uno de los hombres realizó unos disparos, al parecer en contra de la madre adolescente y su hijo en su intento por escapar.
De acuerdo con el Sheriff Boudreaux, por la forma y la rapidez en la que se cometieron los ataques hacen pensar que se trató de criminales experimentados.
“Si disparan específicamente a todos en la cabeza, saben muy bien lo que están haciendo… se sienten cómodos con lo que están haciendo”, expresó el Sheriff.
La masacre sorprendió a la tranquila localidad de Goshen, una comunidad mayoritariamente latina de unos 5,000 residentes.
Un hombre, que solicitó no ser identificado por temor a represalias, mencionó que los disparos lo despertaron, y que momentos después se escucharon balazos intermitentes y posteriormente el sonido de un automóvil cuando se alejaba a toda velocidad.
“Estos actos de violencia sin sentido, especialmente con bebés, niños y adultos jóvenes, no tienen cabida en nuestras comunidades”, declaró el supervisor del Condado de Tulare, Eddie Valero.
El Condado de Tulare ha tenido durante mucho tiempo un papel importante en el negocio transnacional del transporte de drogas de México a los mercados de los Estados Unidos.
Con una escasa presencia de la policía, la Autopista 99 atraviesa acres de amplios terrenos y una población de trabajadores agrícolas, un área que ha sido como un paraíso para los contrabandistas por lo menos desde la década de 1970.
En décadas más recientes, en la región se produce metanfetamina y el cultivo de marihuana, tanto legal como ilegal.
Las autoridades solicitan colaboración a los vecinos o a quien haya visto algo sospechoso que conduzca a la resolución de la investigación de estos homicidios, y por ello han puesto a disposición un número telefónico para recibir datos al respecto. Se pueden comunicar a la Oficina del Sheriff del Condado de Tulare al 559-733-618.
Por: Agencia