El presidente iraní, Ebrahim Raisi, pidió a la policía actuar con «firmeza» ante las manifestaciones que sacuden el país tras la muerte de una joven detenida por la policía de la moral, y en las que han fallecido ya más de 40 personas.
El sábado se celebraron en varios países, incluyendo Estados Unidos, Francia, Irak y Chile, manifestaciones en apoyo al movimiento que estalló tras la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años detenida por la policía de la moral por presuntamente usar el velo de forma «inapropiada».
Se trata de las mayores protestas en el país desde las de noviembre de 2019 contra el aumento del precio de la gasolina y que fueron severamente reprimidas (230 muertos según un balance oficial, más de 300 según Amnistía Internacional).
Las autoridades niegan cualquier implicación en la muerte de la joven, pero desde el 16 de septiembre, día de su fallecimiento, iraníes indignados salen a las calles cada noche a manifestar.
Según un balance oficial, 41 personas han muerto en las protestas, incluyendo manifestantes y policías. Pero de acuerdo a la ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, al menos 54 personas han muerto en la represión de las protestas.
El mandatario ultraconservador Ebrahim Raisi, que tachó las manifestaciones de «disturbios», pidió el sábado «a las autoridades competentes que actúen con firmeza contra los que atentan contra la seguridad y la paz del país y del pueblo».
Y llamó a «distinguir entre las manifestaciones y la alteración del orden público y la seguridad».
Manifestación progubernamental
La cancillería iraní señaló un supuesto rol de Estados Unidos, enemigo jurado de Irán, en las protestas y advirtió que «los esfuerzos por violar la soberanía de Irán no quedarán sin respuesta».
El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, citado por la agencia oficial IRNA, dijo que esperaba que la «justicia procesara rápidamente a los principales autores y líderes de los disturbios», después de que la policía anunciara la detención de más de 700 personas.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Estados Unidos, 17 periodistas han sido detenidos desde el inicio de las protestas.
Las autoridades convocaron para este domingo una nueva manifestación a favor del gobierno.
El sábado por la noche hubo manifestaciones en varias ciudades del país, incluyendo la capital Teherán, en donde un video que se volvió viral mostraba a una mujer caminando en la calle con la cabeza descubierta y agitando su pañuelo, ignorando los estrictos códigos de vestimenta.
En Irán, las mujeres deben cubrirse el pelo y el cuerpo hasta debajo de las rodillas y no deben llevar pantalones ajustados o con agujeros, entre otras cosas.
El principal partido reformista de Irán exhortó el sábado al Estado a levantar la obligación para las mujeres de llevar velo en público y liberar a los detenidos. En las protestas varias mujeres quemaron sus velos.
«Mujeres valientes»
Amnistía Internacional acusa a las fuerzas de seguridad de «disparar deliberadamente con munición real contra los manifestantes», y pide «una acción internacional urgente para poner fin a la represión».
Internet seguía interrumpido el sábado, y WhatsApp e Instagram seguían bloqueados. NetBlocks, un sitio con sede en Londres que supervisa los bloqueos de Internet en todo el mundo, también informó que Skype estaba bloqueado.
El dos veces oscarizado director iraní de cine, Asghar Farhadi, instó a los ciudadanos de todo el mundo a «solidarizarse» con los manifestantes y elogió a las «mujeres progresistas y valientes que lideran las protestas por sus derechos».
Por: Agencia