En menos de un mes, Francia albergará el evento más convocante del planeta, después del Mundial de Fútbol, llamado Juegos Olímpicos, la cita del deporte más icónica de la historia antigua y moderna.
Pero los 65 millones de franceses no serán los únicos que esperarán ansiosos la llegada de unas 15 millones de personas, entre deportistas, autoridades, periodistas y turistas, que participarán de la fiesta deportiva. También los estarán esperando el mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), una especie invasora que actualmente supone una amenaza para Europa, ya que es el vector de enfermedades como el dengue o el zika.
Lo cierto es que las autoridades sanitarias francesas están preocupadas por un posible brote del dengue durante los Juegos Olímpicos, que se llevarán adelante entre la última semana de julio y el 11 de agosto; y también con los Juegos Paraolímpicos, que sucederán semanas después.
Su preocupación reside en que, en lo que va del año, se registraron 2666 casos de dengue en Francia, todos ellos importados de las islas de ultramar francesas Martinica y Guadalupe, situadas en el Caribe y que forman parte de la República de Francia. Cabe destacar que este número es 15 veces mayor al registrado un año atrás, donde hasta se llegaron a contabilizar 45 casos autóctonos de esta enfermedad, según datos publicados por la agencia estatal Salud Pública de Francia.
Es por ello que frente a la combinación de extremo calor, presencia del mosquito vector transmisor del dengue, los millones de visitantes nuevos y el traslado de estos por diferentes ciudades del país, la situación es de extrema preocupación.
“La vigilancia es esencial”, destacó esta semana en un comunicado el Instituto Pasteur, especializado en la prevención de enfermedades en ese país, mientras las autoridades francesas han lanzado un plan de vigilancia ante el fuerte aumento de los casos importados de dengue y en previsión de que puedan subir aún más de cara a la cita olímpica.
Por: Agencia