La película paquistaní «Joyland«, que cuenta la historia de amor de un hombre casado y de una mujer transgénero, podría no ser difundida en su país pues la obra -premiada en el Festival de Cannes- fue aprobada por la autoridad de censura, pero prohibida por el gobierno.
La película, que obtuvo la «Queer Palm«, premio LGTB, en mayo en Cannes y que representará a Pakistán en los próximos Óscar, debía estrenarse el viernes en su país. Pero no lo será, a menos que se levante la prohibición.
«Es como dar dos pasos atrás cada vez que avanzamos«, comentó el miércoles Kami Sid, una modelo y activista transgénero. «Estoy triste por mi país, por la industria del cine y, sobre todo, por la comunidad transgénero«, añadió.
Aunque sus derechos están protegidos por la ley, la mayoría de las personas transgénero en Pakistán se ven obligadas a vivir al margen de la sociedad, a menudo mendigando, bailando en los matrimonios o prostituyéndose para poder sobrevivir.
«Joyland» cuenta la historia del hijo menor, casado, de una familia paquistaní bajo la autoridad de un patriarca, que se enamora de una bailarina transgénero de un cabaret.
Su relación expone la hipocresía de las relaciones en una familia multigeneracional, donde la sexualidad es tabú, y el enfrentamiento entre modernidad y tradición.
Grave injusticia
En agosto, la oficina de censura había autorizado la difusión de la película en Pakistán.
Pero el ministerio de Información dio un paso atrás tras las protestas de grupos religiosos radicales y de algunos particulares.
El ministerio consideró que la película violaba «las normas de decencia y moralidad«, lo que le valió comentarios indignados y burlones en las redes sociales, algunos de los cuales lo acusan de pronunciarse sin haber visto la película.
En un comunicado, el realizador, Saim Sadiq, se dijo «disgustado» por la decisión del ministerio, añadiendo que todo el equipo de la película tenía la intención de «hacer oír plenamente su voz contra esta grave injusticia«.
En respuesta a las críticas, el primer ministro Shehbaz Sharif intervino personalmente y constituyó un comité para examinar la cuestión. El martes, el grupo de trabajo recomendó que la junta de censura la revisara y que la decisión final recaiga en ella.
En 2009, Pakistán -país de cultura conservadora y patriarcal- fue uno de los primeros estados del mundo en reconocer legalmente un tercer sexo.
En 2018 aprobó una ley que otorga a los transexuales el derecho a determinar por sí mismos su sexo en todos los documentos oficiales e incluso a optar por una mezcla de ambos.
Pero estos avances y todos los intentos de proteger aún más los derechos de las personas transgénero en Pakistán son objeto de una feroz resistencia de los partidos islamistas, que denuncian la intrusión de valores occidentales.
Estos partidos llevan meses haciendo campaña para que se modifique la legislación vigente, que tiene por objeto limitar la discriminación de la que son víctimas los transexuales y favorecer su acceso a la educación y al empleo.
Por: Agencia