Portugal se adelanta al verano y «estrena» sus playas. Una tentación para los extranjeros que pasean por Lisboa o abarrotan destinos costeros como el Algarve (sur) y para los portugueses, que respiran más tranquilos tras la dureza de la pandemia.
Los trenes que unen Lisboa y Cascais van atestados. En sus vagones, conversaciones animadas y algunas sombrillas.
Los estudiantes lusos se tiran al mar entre semana tras salir de clase para aprovechar que las playas están todavía casi vacías y con temperaturas que rondan los 30 grados. EFE
Por Agencia