Familiares de un vendedor informal de carnes piden justicia ante el asesinato de su ser querido, y agregan que el móvil fue por negarse a pagar las mal llamadas vacunas o extorsiones, en suceso ocurrido la mañana de este jueves, 7 de abril, en la cancha principal del barrio San Gerardo, Cúcuta, Colombia.
El venezolano Wilman Antonio Estaba Noguera y su hija habían llegado a Cúcuta, hace dos años aproximadamente, procedentes de la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta, a fin de dedicarse a la venta de carnes y acceder a una mejor situación económica, reseña el diario La Nación.
Se instalaron en la capital nortesantandereana, donde, desde la semana pasada, les comenzaron a llegar mensajes de extorsión elaborados por grupos armados organizados que operan en este sector, destinados a cobrar ‘vacunas’, a cambio de permitirles a su víctima ejercer distintos oficios, tal como lo hacía el margariteño.
El hecho ocurrió cuando Wilman Antonio se dispuso, como de costumbre, a comenzar el trabajo del día, a eso de las 4:30 de la madrugada del jueves.
Pasada poco más de una hora, a las 5:50 a.m., se escuchó un tiro que alertó a la hija, la cual salió a la calle para verificar qué pasaba. Allí encontró a su padre agonizante, en las adyacencias de la cancha deportiva del sector.
Ella misma consiguió un taxi y, de inmediato, lo trasladó hasta el hospital Erasmo Meoz, a donde llegó sin signos vitales.
Según información suministrada por la familia de Estaba Noquera -quien precisamente este jueves arribaba a sus 46 años de vida- a las autoridades, dos hombres jóvenes serían los responsables del homicidio.
Posterior al crimen, ambos huyeron en dirección al cerro del barrio San Gerardo. Al margariteño le dispararon en la región occipital.
Por el momento, la autoridad colombiana se concentra en investigar a qué grupo de asesinos y extorsionadores pertenecen los homicidas.
Por: Agencia