La policía berlinesa informó hoy de la detención de dos activistas de Letzte Generation (Última generación) cuando estaban manchando con pintura naranja la Puerta de Brandeburgo, dos meses después de que simpatizantes de este movimiento por el clima causaran en una acción similar daños estimados en al menos 115 mil euros.
«Dos miembros de la llamada ‘Última generación’ fueron detenidos hoy por nuestros efectivos mientras manchaban con pintura la Puerta de Brandeburgo», informó la policía en un escueto mensaje en X.
«La Puerta de Brandeburgo vuelve a teñirse de naranja. El monumento nacional, ahora también monumento al fracaso en la catástrofe climática», titularon por su parte los activistas en un comunicado en el que informaban de su acción.
Precisaron que simpatizantes del movimiento se dirigieron hoy a la Puerta de Brandeburgo con pinceles y cubos llenos de pintura naranja y comenzaron a pintar de ese color el lado oeste de este monumento, declarado patrimonio histórico, tal y como anunciaron hace cuatro semanas.
La pintura naranja en la Puerta de Brandeburgo es «un monumento de advertencia al fracaso del Gobierno de proteger nuestros medios de subsistencia», a «los millones de personas que pagarán con sus vidas nuestra vacilación» y «a todas las personas que ya hoy sufren y mueren por esta crisis totalmente evitable», declaró Regina Stephan, activista de Última Generación.
Lilly Gomez, que también participó hoy en la protesta, subrayó que «la Puerta de Brandeburgo representa más que ningún otro monumento en Alemania grandes y esperanzadores puntos de inflexión en la historia».
«Protestamos porque sabemos que el cambio hacia un abandono de las energías fósiles es posible», dijo, y agregó que el color brillante en el monumento tiene como objetivo «encender la chispa de esperanza» que necesita todo el mundo «para avanzar hacia un futuro justo y habitable».
Según el diario local Berliner Zeitung, la policía acudió rápidamente al lugar y puso fin a la acción de protesta.
Se eliminó de inmediato la pintura con la ayuda de una máquina de lavado a presión.
En la anterior acción de protesta llevada a cabo el pasado 17 de septiembre, la policía detuvo a 14 activistas.
Los daños causados en los pilares del monumento obligaron a colocar un andamio para lograr eliminar la pintura en un segundo intento.
El titular de Finanzas de Berlín, Stefan Evers, cifró los daños en alrededor de 115 mil euros y afirmó que los autores de los mismos deberían asumir los costes, para que estos no recaigan en el contribuyente
Por: Agencia / Foto: Cortesía