El caso de un osezno al que pobladores de una ciudad del norte de México ataron y golpearon hasta matarlo desató este martes una ola de indignación en el país y motivó la apertura de un proceso penal.
Fotografías difundidas desde la noche del lunes por el ambientalista Arturo Islas muestran a un grupo de unas ocho personas que tienen atado de las patas al cachorro y lo jalonean, reseñó AFP.
La escena es presenciada por otros pobladores y por cinco policías municipales que, al parecer, no hacen nada para proteger al animal. Más aún, una de las agentes sonríe mientras registra la tortura con su teléfono móvil.
“Este osezno es tratado peor que al más cruel criminal en (la localidad de) Castaños, Coahuila, su único pecado fue acercarse al pueblo a buscar un poco de agua”, escribió Islas en su publicación de Facebook.
El gobernador estatal, Miguel Riquelme, reprobó el maltrato y muerte del ejemplar de oso negro e informó, vía Twitter, que las procuradurías ambientales local y nacional ya investigan el hecho, pues se trata de una especie en peligro de extinción.
Detalló que la fiscalía de Coahuila también buscará castigar a los responsables del maltrato, pues atentar contra una especie amenazada es un delito federal.
“El oso negro es el símbolo vivo de la conservación en Coahuila, todos debemos respetar su vida y su entorno”, añadió Riquelme.
La procuraduría federal del ambiente, Profepa, informó, por su parte, que formulará una denuncia penal en contra de quienes resulten responsables de la agresión, que constituye un “delito contra la biodiversidad”.
“Los responsables podrán ser acreedores a una pena en prisión y una multa económica”, advirtió la Profepa también por Twitter.
Por Agencia