En una temporada en la que naufragaron en el mismo primer mes, los Rojos de Cincinnati añadieron otro fiasco.
El cotizado novato Hunter Greene y el relevista Art Warren compartieron el montículo sin conceder imparable en un juego completo para los Rojos, pero no contó como un sin hit ni victoria, porque los Piratas de Pittsburgh les ganaron el domingo 1-0 tras anotar una carrera en la parte baja de la octava entrada.
“Hubiera sido grandioso sacar un resultado distinto, pero es lo que hay”, dijo Greene.
Esta fue la sexta ocasión en la historia de las Grandes Ligas desde 1901 que un equipo gana a pesar de no conseguir hit alguno. La anterior ocasión que sucedió fue en 2008, cuando Jered Weaver y el dominicano José Arredondo, de los Angelinos, perdieron a pesar de no permitir hit ante los Dodgers.
De acuerdo con las reglas para los registros de las Grandes Ligas, el desempeño de Cincinnati no es un partido sin hit oficial porque sus lanzadores no trabajaron al menos nueve entradas.
“A veces te tocan ganar juegos de manera extraña y hoy hemos ganado uno de manera extraña. Y si es algo que queda para la historia, pues da igual porque sigue siendo una victoria”, comentó el manager de los Piratas Derek Shelton.
En una campaña en la que la mayoría de las cosas no han marchado bien para los Rojos, lo sucedido el domingo fue una situación extraordinaria.
Greene (1-6) ponchó a nueve y fue relevado tras conceder boletos en el octavo a Rodolfo Castro y Michael Pérez con un out. Greene acumuló 118 pitcheos, la mayor cantidad por un lanzador este año.
Warren relevó y transfirió a Ben Gamel para congestionar las bases. Ke’Bryan Hayes siguó con un rodado al segunda base Alejo López, quien tuvo dificultad para dominar la pelota antes de tirar al torpedero Matt Reynolds para sacar un out. El tiro de Reynolds a primer para sacar a Hayes llegó apenas tarde.
Por los Piratas, el dominicano Rodolfo Castro de 2-0, una anotada. El puertorriqueño Michael Pérez de 1-0.
Por los Rojos, el mexicano Alejo López de 3-1.