El presidente de Colombia, Gustavo Petro, asistirá este jueves a la toma de posesión de Daniel Noboa como nuevo presidente de Ecuador, según confirmaron a EFE fuentes de Presidencia.
El mandatario tiene previsto asistir a la investidura del nuevo mandatario del país vecino, un joven empresario de 35 años que sustituirá a Guillermo Lasso y que sigue encarnando una corriente más a la derecha que la que actualmente protagoniza Petro en Colombia.
De momento Petro es el único mandatario confirmado para la ceremonia, pero su asistencia sigue la línea de las buenas relaciones que tienen los dos países a pesar de las diferencias ideológicas marcadas por necesidades comerciales y de otros asuntos en los que colaboran como la seguridad, el combate de los negocios ilegales e incluso la cooperación energética.
El presidente saliente de Ecuador, Guillermo Lasso, fue el último mandatario que ha visitado Colombia, cuando el pasado 28 de octubre realizó una fugaz visita al país vecino para reunirse con Petro para pedirle su colaboración en los apagones y cortes de suministro por falta de producción energética que sufría entonces Ecuador.
Petro se comprometió a casi duplicar la energía que se exporta actualmente a Ecuador para ayudar a combatir la crisis energética por la que pasa Ecuador, causada principalmente por la peor sequía en 50 años que está afectando a los ríos de la Amazonía, donde se encuentran las principales centrales hidroeléctricas de Ecuador.
De hecho, el colombiano quiere que el nuevo presidente de Ecuador sea uno de los presentes en una cumbre que quiere organizar con Venezuela, Panamá y Brasil para hablar sobre una mejor integración energética de la región que permita hacer frente a fenómenos como el del actual Niño.
Precisamente Petro quería que hubiera sido este fin de semana, cuando se reunió con el venezolano Nicolás Maduro en Venezuela, pero no pudo ser porque Noboa aún no era presidente.
Noboa tendrá un corto mandato de apenas dieciséis meses para completar el periodo 2021-2025, interrumpido por el actual mandatario, Guillermo Lasso, al aplicar en mayo pasado el mecanismo constitucional de la «muerte cruzada».
Con esa figura, Lasso forzó la convocatoria extraordinaria de elecciones generales al disolver la Asamblea Nacional (Parlamento) al acusarle de obstrucción, cuando esta, controlada por la oposición que lideraba el correísmo, se disponía a poner a voto su destitución, como último paso de un juicio político en el que le acusaban de presunto peculado (malversación).
Por: Agencias / Foto: Cortesía