El personal de salud en Venezuela registra 815 muertes por causa de la COVID-19 desde el inicio de la pandemia, según la ONG Médicos Unidos de Venezuela, una de las cifras más altas computadas en Latinoamérica y la marca de una de las pérdidas más dolorosas de la enfermedad en el país.
El recuento hecho por la ONG es hasta el 31 de diciembre de 2021 y sirve para medir los estragos del coronavirus en el personal de salud, a falta de datos oficiales.
Otras organizaciones como Monitor Salud amplían aún más el panorama al contabilizar siete mil 336 miembros del sistema de salud, entre enfermeras, médicos, obreros y personal administrativo, infectados con COVID-19, desde marzo de 2020, tal como informó a EFE el dirigente de este sindicato, Mauro Zambrano.
De acuerdo con el director de Médicos Unidos de Venezuela, el doctor Jaime Lorenzo, los estragos de la pandemia entre el personal sanitario son resultado de la falta de directrices claras en torno al virus, la no dotación de equipo de bioseguridad y una vacunación que no priorizó a este grupo.
“Nuestro problema de la mortalidad se debió a no cumplir con los mecanismos de obligación del Estado de dar el material de protección y, segundo, a esa situación de que la información, los protocolos que debió haber bajado el ente rector no fueron bajados (dictados)”, detalló el médico cirujano.
Lorenzo recordó que el personal de los hospitales también forma parte de la ciudadanía venezolana y que, como todos, sufrió la desinformación y la falta de preparación de la que responsabiliza al Gobierno.
“Nosotros también somos ciudadanos y tenemos que estar preparados y eso no se hizo. Muchos del personal sanitario tuvimos que ir a información de otros países para crear flyer, crear diferentes mecanismos de difusión en redes sociales tratando de pasar la información de cómo protegerse”, apuntó.
Otra emergencia
La pandemia llegó para golpear a Venezuela y sumarse a las emergencias que el país atraviesa en medio de la crisis sanitaria que se registra desde hace una década y que se ha incrementado en los últimos años, no solo por la COVID-19, sino por el abandono que reportan los trabajadores sanitarios y la falta de condiciones mínimas para trabajar.
Aunque pasaron casi cinco meses entre el hallazgo del primer caso en el mundo, en noviembre de 2019, y la llegada del virus a este país, en marzo de 2020, los especialistas aseguran que no se planeó una estrategia para enfrentar la emergencia que se sumaría a las ya reportadas en Venezuela.
Lorenzo explicó que “el manejo de cómo se planteó luchar contra la epidemia tuvo muchos errores”, entre los más importantes dar connotación de “hospitales centinela” para la atención de casos COVID-19 a los principales centros sanitarios del país, lo que, a su juicio, implicó que se descuidaran otras áreas de atención para pacientes con enfermedades crónicas.
“No puedes tener un país paralizado y sin una respuesta a todas las enfermedades que el COVID-19 no curó. El COVID-19 no curó al paciente diabético, al oncológico o al hipertenso”, puntualizó el cirujano.
Además, explicó que la llegada de la pandemia debió implicar también la dotación de los hospitales, la recuperación de la “fuerza de asistencia” en los centros públicos y el reforzamiento de la atención a enfermedades distintas a la COVID-19, cosas que no pasaron, según dijo.
Vacunación que avanza
Pero, pese a las críticas, las autoridades aseguran constantemente que están garantizados el tratamiento y la atención para pacientes con la COVID-19 y que el país 99 % de la población se ha vacunado, tal como afirmó la Cancillería en un comunicado, el pasado 9 de febrero, sin especificar si se trata de una sola dosis o la pauta completa.
En contraste, la Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere en sus datos que Venezuela, para el 18 de febrero de 2022, contaba con 49,8 % de sus ciudadanos inoculados con ambas dosis requeridas.
En el caso del personal de salud venezolano, Lorenzo aseguró que “en estos momentos ya tenemos muy claro que un aproximado del personal sanitario, y cuando hablamos de vacunas hablamos de personas que tengan dos vacunas por lo menos, estamos hablando de un 89,5 % de vacunados”.
No obstante, detalló que entre los trabajadores sanitarios hay personas que apenas se están aplicando la primera dosis y otros que se niegan a inocularse, por lo que es necesario mantener y extremar los cuidados para evitar contagios.
Y, aunque los casos contabilizados por el Gobierno han mostrado una nueva baja, que concuerda con el avance en el proceso de vacunación, Lorenzo recuerda que podría deberse a “una inmunización natural de rebaño”.
Por: Agencia