martes, noviembre 5

Panamá lucha para cortar los tentáculos del Clan del Golfo

Diez millones de dólares escondidos en una casa, una residencia de lujo, una treintena de vehículos de alta gama. Todo incautado a un grupo criminal vinculado al colombiano Clan del Golfo en Panamá, donde este cartel ha extendido sus tentáculos.

En la operación policial del 1 de diciembre, en la que participaron 700 agentes, después de más de un año de investigaciones en las que colaboró la agencia estadounidense antidrogas (DEA), fueron detenidas 57 personas.

Entre los arrestados hay cinco policías, presuntamente encargados de proteger los cargamentos y pasar información al crimen organizado.

Pero además, quedó al descubierto el poder económico de este grupo criminal a las órdenes del Clan del Golfo.

Los 10 millones de dólares hallados durante la «Operación Fisher» estaban en tres escondites de una sencilla vivienda rodeada de vegetación en Colón (norte).

Nunca antes en Panamá se había decomisado tanto dinero al narcotráfico en un solo operativo. Las autoridades necesitaron 12 horas y más de una decena de máquinas para contar los billetes.

«Lo importante de esta operación es que se le corta la parte financiera a esta organización criminal transnacional que utiliza nuestro país como plataforma de paso para desarrollar sus actividades ilícitas en el continente y fuera del continente», dice el director de la Policía Nacional, John Dornheim.

Además se incautó una residencia valorada en más de un millón de dólares en una zona de playa del Pacífico.

La fuerza del Clan del Golfo

En las últimas semanas, la policía detuvo a 14 presuntos miembros de otro grupo relacionado al Clan del Golfo que operaba en el sector este de Ciudad de Panamá.

Las autoridades ofrecen recompensas de hasta 70.000 dólares por información que ayude a capturar a otros miembros de esta célula.

«Son dos estructuras criminales que trabajaban para una organización macro (el Clan del Golfo) y las dos han sido desarticuladas», señala Dornheim.

El Clan del Golfo controla la producción de unas 300 toneladas de cocaína, un tercio de la producción de esta droga en Colombia. La red se extiende a 28 países donde opera en alianza con los carteles mexicanos y la mafia italiana, entre otros.

Recientemente, el capo de esta organización, Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», fue capturado en Colombia y podría ser extraditado a Estados Unidos.

El Clan del Golfo «es la organización más fuerte que delinque en el Caribe por los masivos envíos de droga», afirma el ministro panameño de Seguridad, Juan Pino.

«Todas las capturas y decomisos en el Caribe (panameños) son del Clan del Golfo», añade.

Según las autoridades, estas organizaciones desarticuladas se encargaban de recibir, custodiar y ocultar grandes cantidades de drogas del Clan del Golfo que llegaban desde Colombia, principalmente al Caribe.

Posteriormente la trasladaban a la capital panameña en vehículos modificados, a Europa, a través de los puertos, o a Centroamérica, con rumbo a Estados Unidos, en embarcaciones rápidas.

«Más droga que nunca»

Panamá es la entrada a Centroamérica de la droga que viaja hacia Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo.

La droga procede de América del Sur, principalmente de Colombia, el mayor productor mundial de cocaína.

«Ahora existe más droga que nunca en algunos países del sur» del continente americano, lamenta Pino.

En lo que va de 2021, Panamá ha batido, con 119 toneladas, en su mayoría de cocaína, su récord de decomisos de drogas en una año.

«La estrategia contra la droga este año 2021 ha sido exitosa por los decomisos de droga y por los golpes a las organizaciones criminales», enfatiza Pino.

Sin embargo, algunos expertos creen que otros carteles pudieran estar operando en Panamá atraídos por la dolarización de su economía, el sector financiero y de servicios, la posición geográfica y los puertos.

El poder de la corrupción

«Probablemente otros grupos criminales exógenos (como el Cartel mexicano Jalisco Nueva Generación o el de Sinaloa) estarían operando de forma similar pero no se han detectado», señala a la AFP Severino Mejía, exviceministro de Gobierno y especialista en programas de seguridad y defensa nacional.

«Algunas organizaciones criminales de la región han establecido vínculos más o menos fuertes en Panamá», agrega a la AFP Rodolfo Aguilera, exministro panameño de Seguridad.

Según fuentes policiales, se investiga la presunta relación de algunos detenidos con partidos políticos, diputados o autoridades locales.

La «fortaleza» del crimen organizado radica en su «capacidad de corromper», sostiene Mejía, y la corrupción «ha permeado en toda la sociedad panameña, lo cual es una amenaza a la gobernabilidad».

Por Agencia