Los países de la OTAN, presionados por la invasión rusa de Ucrania y el posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, consagran más dinero que nunca a su defensa, pero esos esfuerzos se anuncian insuficientes en un mundo cada vez más peligroso.
En vísperas de la cumbre en Washington de la alianza de defensa transatlántica, la percepción es que se necesitará incrementar esos presupuestos.
Hace una década, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se había impuesto el objetivo de consagrar a la defensa un dos pro ciento del PIB de cada uno de sus miembros. En 2014, apenas tres países lo habían alcanzado; actualmente son 23, de un total de 32.
Pero de lo que ahora se trata es también de aumentar ese porcentaje.
«Incluso entre países históricamente reacios a gastar más en defensa existe una creciente sensación de la importancia de aumentar los gastos de defensa», afirmó Ian Lesser, del grupo de expertos German Marshall Fund, de Estados Unidos.
«Creo que, en términos generales, en los próximos años veremos niveles de gastos de defensa próximos a los registrados durante la Guerra Fría», agregó.
El aumento de los gastos de defensa será un tema central de la cumbre del 9 al 11 de julio en la cual la alianza espera celebrar el 75 aniversario de su creación dando una muestra de unidad, AFP.
El objetivo no es apenas enviar un mensaje a Rusia, sino también al expresidente y otra vez aspirante presidencial Trump, quien busca volver al poder en Estados Unidos en las elecciones de noviembre.
Durante su presidencia (2017-2021), Trump desató una espectacular crisis en la OTAN al exigir que los países europeos de la alianza aumenten sus niveles de gasto en defensa.
Durante la actual campaña electoral volvió a desatar una tempestad al afirmar que animaría a Rusia a «hacer lo que le dé la gana» con países de la OTAN que no inviertan lo suficiente en defensa.
Una guerra caliente
La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, recordó recientemente que en 1988 todos los países de la OTAN gastaban más del dos por ciento en defensa y que algunos incluso llegaron al seis por ciento, porque la amenaza era real: «había una Guerra Fría en marcha».
«Ahora tenemos una guerra caliente en Europa y no estamos gastando lo suficiente», acotó la funcionaria, en referencia al conflicto en Ucrania.
Pero la cumbre de Washington todavía parece una cita demasiado prematura para adoptar un objetivo más ambicioso.
«Estamos ansiosos por celebrar el progreso» alcanzado, pero «este año no hay ambiciones de llevar el punto de referencia al tres por ciento», afirmó un funcionario estadounidense del área de defensa.
Muchos países de la alianza disminuyeron sustancialmente sus gastos de defensa tras la desaparición de la amenaza soviética, pero ahora admiten que tienen importantes lagunas en sus arsenales.
Para paliar esas carencias, los comandantes de la OTAN tratan de orientar a los países miembro en sus gastos militares.
«Tenemos objetivos de capacidades específicas para todos y cada uno» de los países de la alianza, aseguró el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg. «Para muchos países, esto significará el tres por ciento, o por lo menos algo más del dos por ciento», añadió.
Países como Canadá, Italia y España todavía están por detrás del objetivo de la OTAN y se muestran reacios a ir más allá. Pero los diplomáticos de la OTAN sostienen que la meta será claramente aumentar las metas del gasto.
Un diplomático europeo señaló que «para cumplir los nuevos planes, está claro que el dos por ciento no será suficiente».
«Creo que vamos a avanzar hacia algo más allá de eso, independientemente de quién gane las próximas elecciones estadounidenses. Pero si gana Trump, eso podría ocurrir más rápido», apuntó.