El Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos confirmó que el gobierno de Nicolás Maduro es el único responsable por la suspensión de los vuelos humanitarios que dejaron a casi 300 venezolanos varados en Curazao en medio de las fiestas decembrinas.
A través de una carta enviada el 18 de enero en respuesta a la solicitud de auxilio hecha por los afectados, la Cancillería neerlandesa expresó: “Les quisiera asegurar que, por parte de la embajada del Reino de los Países Bajos en Caracas, basándose en la documentación recibida por el gobierno de Curazao, se ha cumplido con todos los pasos del procedimiento debido para que las autoridades venezolanas pudiesen autorizar dichos vuelos. Se trata de un procedimiento estándar seguido en varias ocasiones desde el cierre de las fronteras por parte de Venezuela en febrero de 2019”.
Sin ofrecer mayores explicaciones, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) anuló dos vuelos humanitarios que se realizarían los días 21 y 22 de diciembre de 2021 para trasladar a territorio venezolano a 289 personas. El organismo tomó esa decisión, luego de que el 13 de diciembre la vicepresidenta Delcy Rodríguez denunciara que el gobierno de Países Bajos no le permitió viajar a La Haya, donde tenía previsto reunirse con el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, segun detalla Crónicas del Caribe.
La mayoría de los pasajeros gastaron cientos de dólares para retornar a su país y reencontrarse con sus familias en Navidad. Al final, terminaron en un refugio habilitado por el gobierno de Curazao y el Consulado General de Venezuela en Willemstad. La peor parte la sufrieron 33 venezolanos que estaban presos en una cárcel curazoleña por ser migrantes ilegales, los cuales esperaban ser deportados en esos vuelos.
¡Auxilio!
Ante el silencio de las autoridades de Curazao y Venezuela, una representación de los varados envió el 29 de diciembre una misiva al primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, en la que expresaban: “Le hacemos un llamado al gobierno de los Países Bajos, que es un país conocido en el mundo entero como eficaz en la defensa de los Derechos Humanos, a que se aboquen en la búsqueda de la solución de una problemática que nos coloca en un estado de vulnerabilidad para el que no estábamos preparados y cuya solución está muy lejos de nuestro alcance”.
En el texto planteaban cinco peticiones:
- La habilitación de los vuelos antes del 31/12/2021, o una ruta alternativa.
- La ayuda económica para que cada uno de nosotros pueda optar por la compra de boletos en vuelos comerciales por las rutas autorizadas por el gobierno de Venezuela, y su intermediación con las agencias comerciales para conseguir los boletos.
- La prueba PCR.
- Una indemnización de ocho días por los gastos y pérdidas adquiridas como consecuencia de la suspensión inexplicable de este vuelo.
- Incluir los trámites de los pasajeros refugiados y emigrantes en el SDKK (cárcel donde se encontraban los 33 migrantes venezolanos a la espera de ser deportados).
Además de dejar claro que hizo todo lo que estaba a su alcance para facilitar la organización de los vuelos humanitarios, el Ministerio de Asuntos Exteriores de La Haya apunta que “esperamos que las autoridades de Caracas y por parte de los consulados de Willemstad y Oranjestad les puedan ofrecer una solución pronta para que ustedes y los demás de sus compatriotas puedan regresar a su tierra lo antes posible”.
Sin embargo, en la República Bolivariana nadie escuchó este reclamo. Los vuelos no se ejecutaron, la última persona que abandonó el refugio lo hizo el domingo 30 de enero, cada pasajero tuvo que resolver por su cuenta y los presos han ido saliendo a cuentagotas haciendo escala en República Dominicana. La falta de información oficial por parte de Venezuela y Curazao dificulta conocer el estatus de todos los afectados por esta situación.