El asesino de Ruth María Lasso Ahumada se encuentra tras las rejas, luego de que tomara la decisión de entregarse ante la Fiscalía de Cúcuta, en Norte de Santander, Colombia, adonde acudió el pasado jueves, 9 de septiembre, en horas del mediodía.
David Lasso Zabala, de 56 años, padre y expareja de Ruth María, aceptó frente a un fiscal haber asesinado a la joven en la trocha La Ramona, en el corregimiento de Juan Frío, en el municipio de Villa de Rosario, Colombia, que conecta con la zona sur de la jurisdicción de Bolívar, Venezuela, en Llano de Jorge.
“Durante las audiencias concentradas, el ente acusador le imputó cargos al hombre por el delito de feminicidio agravado, el cual fue aceptado”, reza parte del boletín de prensa que publicó la Fiscalía de Colombia en su sitio web.
“El material probatorio, recopilado a través de entrevistas a testigos, evidenció que, al parecer, fue causada por los celos y el rompimiento de la relación sentimental, que se habría producido desde hace un año. Se estableció que la mujer habría sido sometida a maltratos físicos, psicológicos y de tipo sexual”, prosigue la nota de la fiscalía neogranadina.
El asesinato que conmovió
Fue el sábado 28 de agosto, pasadas las 9:00 p.m., cuando Lasso Zabala le quitó la vida a su hija, de 35 años, con quien tenía dos hijos, un joven de 18 años y una niña de 7, tras una relación sentimental que duró más de 20 años.
En los audios, enviados por Ruth María a su tía, aproximadamente media hora antes de su asesinato, y a los que tuvo acceso de forma exclusiva el equipo reporteril del diario La Nación, se evidencia la preocupación y temor que la invadían en ese momento, pues el sujeto la venía siguiendo. Ella temía por la seguridad y bienestar de su pequeña.
El Juzgado Octavo Penal Municipal de Colombia había emitido, desde el pasado 30 de agosto, una orden de captura contra Lasso Zabala, quien huyó hacia la parte boscosa de la trocha, una vez apuñaló a su expareja, quien también era su hija.
Jorlean, el hijo mayor de Ruth (18 años), junto a su tío, un niño de 13 años, llegó al camino verde justo en el instante en el que su padre continuaba atacándola con un arma cortopunzante. El más pequeño, al verlo, le tiró dos piedras, pero con ninguna pudo darle.
“Salió corriendo y nos gritó que eso le pasaba por estar saliendo con otro”, comentó el joven de 18 años, el pasado 29 de agosto, desde su casa, en el sector Unión Socialista de Llano de Jorge, mientras conversaba con el equipo reporteril de La Nación.
Ambos habían acudido en busca de Ruth María, pues así se lo pidió la hoy occisa a su tía, en uno de los 20 audios enviados antes de su asesinato. “Mami, mande a Jorlean, con el teléfono de Dayan, para que se alumbre por el camino; mándelo, para que él venga a buscarme a mí”, expresó.
El infierno de Ruth
Desde los 13 años, momento en el que su madre decidió entregarla a su progenitor, junto a su hermana de 16 años (que falleció en extrañas circunstancias), el infierno de Ruth empezó a cobrar fuerza. A esa edad, su padre comenzó a abusar de ella y, con los años, se convirtió en su pareja y progenitor de sus dos hijos.
Por dos décadas, la ciudadana vivió un silencio que la carcomía en el fondo de su alma, y fue hasta abril de 2020 cuando rompió el silencio frente a funcionarios del Sistema de Protección del Niño, Niña y Adolescente, en el municipio Bolívar, quienes tras varias evaluaciones le dictaron a Lasso Zabala una medida de alejamiento de su hija.
“Ruth no quería que a su hija le pasara lo mismo que a ella. Quería evitar que viviera su infierno”, dijo un funcionario del Sistema de Protección, quien prefirió no ser identificado, en entrevista exclusiva para el diario La Nación.
Aunque en varias oportunidades el Sistema la conminó a denunciarlo frente a las autoridades competentes, ella no quiso. Su temor era muy grande y, dentro de ella, existía un cúmulo de sentimientos que no le permitieron dar ese paso.
La vida de Ruth María terminó en manos de su padre, quien también era su expareja. Su hija se halla bajo la protección del Sistema de niños, niñas y adolescente. En la actualidad, sus familiares, allegados y conocidos, esperan que a Lasso Zabala le apliquen la pena máxima en Colombia.
Por Agencia