Los pacientes renales que acuden al Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (Sahum) atraviesan por un “suplicio” cada vez que van a su tratamiento de diálisis, pues son nueve pisos que deben subir por las escaleras ya que los ascensores tienen, al menos, 19 meses sin funcionar.
Así lo relató a Foco Informativo Julia Uzcátegui, esposa de uno de los enfermos renales, quien detalló que entre los afectados hay mujeres, niños, ancianos y personas en sillas de rueda. “Los que van en silla de rueda son asistidos por sus propios acompañantes, y los de otros pacientes para llegar al noveno piso. Algunas veces no hay suficientes acompañantes y no tienen como subir y pierden el turno de diálisis”.
Explicó que la última vez que arreglaron el elevador fue bajo la gestión del doctor Mervin Urbina. Tras el accidente que dejo una persona muerta, los pacientes fueron asistidos por el ascensor de pediatría, pero este también se dañó.
“Nos ofrecieron el ascensor de los pacientes de COVID-19 y obviamente dijimos que no por el riesgo que representaba”, aseguró la mujer.
Son unos 12 pacientes por turno y son tres tandas por días, además son tres sesiones semanales por pacientes, según enumeró Uzcátegui. “A una persona sana le cuesta, imagínate a una persona con algún padecimiento”.
A la espera
Otro problema que padece la Unidad de Diálisis del Sahum es el deterioro progresivo de las máquinas para dializar. “Antes había dos unidades de diálisis, pero luego las máquinas de dializar empezaron a dañarse e hicieron una sola unidad”, comentó la acompañante.
Hoy esta sala de diálisis cuenta con 12 máquinas y solo nueve están operativas gracias a una persona que las repara, pero algunas ya no dan para más por falta de repuestos por lo que dependen de que un técnico de Instituto Venezolano de los Seguros Sociales haga las reparaciones necesarias.
“La única respuesta que recibimos de la directora de la unidad es que debemos esperar”, indicó Uzcátegui.
Por: José Manuel Sánchez