El Gobierno de Nicaragua que preside el exguerrillero sandinista Daniel Ortega ha descabezado a la oposición cuatro meses antes de las elecciones generales, en las que el mandatario busca una nueva reelección, con la detención la noche del lunes del líder campesino y aspirante presidencial de la disidencia Medardo Mairena.
Además de al líder estudiantil Lesther Alemán, el joven que increpó en público al presidente Ortega durante el diálogo nacional de hace tres años, con lo que ahora suman 21 los líderes opositores encarcelados, más otras cinco personas vinculadas a ellos, desde el 28 de mayo pasado.
Mairena, líder del movimiento campesino nicaragüense anticanal, es el sexto aspirante a la Presidencia de la oposición arrestado en este país centroamericano, que vive una crisis social, política y de derechos humanos desde el 18 de abril de 2018.
Aparte de Mairena, las autoridades nicaragüenses han arrestado a los aspirantes presidenciales opositores Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora, que están siendo investigados por supuesta traición a la patria.
Temor a la oposición y a las elecciones
Julie Chung, subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, condenó «enérgicamente» este martes las nuevas detenciones y que esos arrestos «arbitrarios de líderes de los movimientos estudiantiles y campesino -y otro candidato presidencial- enfatiza el miedo del régimen (de Ortega) a cualquier oposición».
Antonia Urrejola, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), afirmó en su cuenta de Twitter que cada día se ve más lejos la posibilidad de que Nicaragua tenga elecciones libres, justas y equitativas.
«El asedio y la persecución a todas las voces disidentes no se detiene», lamentó.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, indicó que la comunidad interamericana e internacional tienen la responsabilidad de «proteger» la democracia en Nicaragua, condenó la «tiranía» del Gobierno de Ortega, exigió «acciones» según la Carta Democrática Interamericana, y demandó la libertad de los nuevos detenidos.
No desistirá de elecciones
La Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL) de Nicaragua, que se define como el único bloque opositor real, anunció que no desistirán de sacar del poder por la vía electoral y pacífica a Ortega.
«Hay que seguir. No importa lo que nos pase. Tendrán que detener a 6 millones de nicaragüenses», dijo en rueda de prensa la representante legal de esa alianza opositora, Carmela Rogers, conocida como Kitty Monterrey.
Dos de los seis precandidatos presidenciales detenidos se habían inscritos como precandidatos por la Alianza CxL: Arturo Cruz y Juan Sebastián Chamorro, y tres de los otros cuatro se habían acercado a esa coalición para conocer el mecanismo de selección del candidato.
«La mejor forma de resistencia es seguir adelante», continuó Rogers, para quien la vía electoral es la única manera de poner punto final a la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018.
Para el catedrático y sociólogo nicaragüense Freddy Quezada, los gobernantes sandinistas «ya tienen las principales cabezas (de la oposición), ahora le hace falta el país entero».
Luego agregó: «sigue sin enterarse la infeliz dictadura, que la prisionera es ella».
Hijos
El mandatario, que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidir por primera vez el país entre 1985 y 1990, ha acusado a los líderes opositores de intentar derrocarlo con el apoyo de los Estados Unidos y los ha tildado de «criminales».
Las madres de los dos dirigentes estudiantiles detenidos rechazaron que sus hijos sean criminales.
«Mi hijo es muy inocente porque no ha hecho nada malo. No ha matado a nadie. Solo por levantar su voz, decir la verdad (lo detienen). No es delincuente, ni destructor. Desde pequeño ha tenido excelencia académica y no va a querer destruir. Él está por ver una Nicaragua libre», explicó a EFE Lesbia Alfaro, madre de Lesther Alemán, el joven que plantó cara a Ortega en un diálogo.
«Mi hijo no es delincuente, ni asesino. Fue el mejor alumno de su universidad», añadió, por su lado, Heydi Meza, de 67 años, la madre de Max Jérez, el otro dirigente estudiantil detenido.
Nicaragua vive semanas convulsas tras las detenciones de líderes opositores que se producen de cara a las elecciones generales del 7 de noviembre en las que Ortega, en el poder desde 2007, busca la reelección por cinco años más.
Por: Agencias / Foto: Cortesía