
Este 11 de julio arranca formalmente la campaña electoral por los cargos de alcaldes y concejales, las cuales para la oposición resultan luchar contra una cuesta difícil, pero no imposible de remontar, debido a los llamados de abstención que fueron demoledores en el pasado proceso donde se eligió a Gobernadores, diputados a la Asamblea Nacional y los integrantes de los consejos legislativos.
En el Zulia, un bastión opositor la convocatoria a ausentarse en las urnas electorales conllevó a una derrota inobjetable de quien encabezaba la lucha política en la región con promesas de cambio politico.
Ahora sin la figura política de Manuel Rosales desde la Gobernación, las fuerzas políticas deben remontar ese mensaje nacido desde liderazgos nacionales de volver a sumar dividendos a la abstención
El propósito de quienes aspiran ser reelectos en sus puestos de alcaldes debería ser el de convocar a la oposición y demostrar que se puede mantener una fuerza que haga frente con líneas políticas definidas a la propuesta que ejerce el Gran Polo Patriótico y sus candidatos.
Muchos alcaldes decidieron mantener su deseo de continuidad gubernamental y se relanzaron como el caso de San Francisco, Lagunillas, Rosario de Perijá, La Cañada de Urdaneta, Baralt, Sucre, entre otros.
Mientras que en otros municipios se enfrentan candidatos que son nuevas caras y sería una lucha donde escasea la información de quienes son los aspirantes tanto a las alcaldías como a las concejalías.
Eso se aprecia en aquellos municipios donde sus alcaldes fueron arrestados, señalados de participar en redes delictivas, menos en Maracaibo, donde el sucesor Adrián Romero, ha tenido resonancia por estar en la capital del estado se enfrentará con un viejo conocido como es Gian Carlo Di Martino, quien aspira a retomar la primera magistratura municipal con políticas que llevan a Maracaibo ser la primera ciudad de Venezuela.
El despertar político opositor requiere que sus seguidores se apresten a dar su apoyo el día «D», para así lograr el objetivo de mantenerse trabajando por sus comunidades.
Por: Edgar Bolívar

