En 2020 y 2021, los dos primeros años de la pandemia de COVID-19, se perdieron 336,8 millones de años de vida, debido a la muerte prematura de millones de personas, destacó la Organización Mundial de la Salud (OMS) este viernes (19.05.2023).
«En promedio, cada muerte atribuida directa o indirectamente a la pandemia de COVID-19 a finales de 2021 provocó una pérdida de más de 22 años de vida», lo que equivale «a más de 5 años de pérdida de vida por segundo«, precisó la OMS en su informe anual de estadísticas.
Desde entonces, el número de muertos por COVID-19 ha seguido subiendo, aunque a un ritmo más lento. Por esto, la OMS decidió recientemente levantar su nivel máximo de alerta, aunque advirtió que la enfermedad no ha desaparecido.
El balance oficial de fallecimientos atribuidos a la enfermedad es actualmente de 6,9 millones de personas. Sin embargo, numerosos países no facilitaron datos fiables a la OMS, que estima que la pandemia causó en realidad casi el triple de víctimas en estos tres años, es decir, al menos 20 millones de muertos.
Esta cifra incluye las muertes directas por coronavirus y también los fallecimientos ocasionados por el impacto de la pandemia en los sistemas de salud.
Por: Agencia