La Organización Mundial de la Salud (OMS)observó que el nuevo virus detectado en tres países europeos – Francia, Países Bajos y Dinamarca-, que combina las variantes delta y ómicron, y se le empieza a conocer como «deltacron», tiene «un bajo nivel de circulación».
La OMS no descarta, sin embargo, que esta impresión inicial esté relacionada con la caída en el número de test de COVID-19 en la mayor parte de mundo.
«En vista de la disminución de test en el mundo estamos en una desventaja para seguir este virus de forma tan efectiva como deberíamos», comentó en una rueda de prensa la jefa de la unidad técnica anticovid de la OMS, Maria Van Kerkhove.
Recordó que tras dos años de pandemia existe una capacidad global de diagnóstico y de secuenciación genética del coronavirus muy importante, la que se está subutilizando por la impresión que existe de que la pandemia ha terminado o que ha dejado de ser grave.
Van Kerkhove dijo que es importante mantener y utilizar esas capacidades «porque como lo hemos venido diciendo, mientras este virus siga circulando tendrá más oportunidades de cambiar. La posibilidad de una recombinación (de variantes) siempre estuvo en la mesa».
La OMS no tiene un nombre para la recombinación que se ha detectado en un número contado de casos en Francia, Países Bajos y Dinamarca, aunque ya ha empezado a conocerse como «deltacron.»
La recombinación de virus se produce cuando dos virus diferentes -en este caso las variantes delta y ómicron- logran intercambiar grandes cantidades de información genética, lo que produce un nuevo virus.
Por: Agencia