La misión internacional que viajó a China para determinar el origen del coronavirus suscitó más preguntas que respuestas, por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) evalúa cómo avanzar en la investigación en medio de un embrollo diplomático.
Determinar cómo surgió y comenzó a propagarse el virus que causa el covid-19 entre humanos es vital para prevenir futuros brotes.
Pero el informe redactado a principios del año por el equipo de expertos internacionales enviado a Wuhan, China, y sus contrapartes chinos, no presentó conclusiones firmes y propuso seguir investigando.
El comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) abogó esta semana por una “rápida implementación” de las recomendaciones del informe para la segunda fase de las investigaciones.
La OMS y los países están de acuerdo en que es necesario seguir investigando, pero existe una puja sobre el alcance y el lugar donde se debe llevar a cabo la próxima fase de la investigación.
Entre la aparición del nuevo coronavirus en la ciudad china de Wuahan en diciembre de 2019 y la primera misión de los expertos internacionales en China pasó un año.
China parece determinada a que la próxima fase de investigación se enfoque en otro lugar.
“Esperamos que otros países relevantes cooperen estrechamente con los expertos de la OMS de una manera científica, abierta, transparente y responsable, como lo ha hecho China”, dijo la portavoz de la cancillería china Hua Chunying el 31 de marzo.
– “Absurdo” –
Pero los críticos cuestionan la transparencia que rodeó la primera misión, como exigía una resolución aprobada en mayo pasado por los países miembros de la OMS, e insisten en que hay que investigar más en China.
“Básicamente, hay unanimidad en que la fase dos debería realizarse en China”, dijo un diplomático occidental en Ginebra, que pidió el anonimato.
Pekín fue el único que manifestó que “la próxima fase debería realizarse en otra región”, agrega el diplomático.
“La idea de que la próxima fase no debería centrarse en China es absurda”, dijo a la AFP el experto estadounidense en geopolítica Jamie Metzl.
Jamie Metzl, uno de los 24 científicos de Estados Unidos, Europa, Australia y Japón que publicaron una carta abierta a principios de mes pidiendo una investigación más completa, describe la primera misión y el informe resultante como “profundamente viciado”.
Los críticos consideran que la misión estuvo fuertemente manipulada por Pekín y que el informe se centró de manera desproporcionada en teorías que favorecen a China.
“Creo que fue problemático el papel excesivo que jugó el gobierno de China en el proceso”, dijo un diplomático occidental.
– Clasificación de las hipótesis –
Aunque los expertos internacionales y chinos no proporcionaron respuestas claras sobre los orígenes de la pandemia, sin embargo clasificaron el número de hipótesis según la probabilidad que creían que tenían.
El informe dijo que la hipótesis más probable es que el virus pasó de los murciélagos a los humanos a través de un animal vector, y consideró que la teoría de que el virus se escapó de un laboratorio es “altamente improbable”.
Prácticamente, en cada sector investigado el informe sostuvo que se necesitan más estudios.
Excepto en uno: la teoría de la fuga del laboratorio, la favorita de Estados Unidos cuando gobernaba Donald Trump y que siempre rechazó de plano China.
Tras la publicación del informe, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió en que todas las teorías siguen sobre la mesa.
En particular, dijo que el estudio en el laboratorio de virología de Wuhan no fue “suficientemente extenso” y que estaba dispuesto a emprender una nueva investigación.
Los científicos detrás de la carta abierta también exigieron que se realice una verdadera investigación de la teoría de la fuga del laboratorio, haciendo hincapié en que solo 440 palabras del informe estuvieron dedicadas a discutirlo y descartarlo.
Destacaron que el mandato de la misión, negociado con Pekín, definió que la tarea era “identificar la fuente zoonótica del virus”.
Esfuerzo para “desacreditar a China”–
“Los chinos hicieron un trabajo fabuloso para dejar claro que la misión de estudio era para ver los orígenes zoonóticos”, dice Metzl.
Mientras esta “era una hipótesis muy plausible, en lo que deberíamos centrarnos es en los orígenes de la pandemia”, dijo.
“Cuando se con el marco de unos orígenes zoonóticos del virus, se empieza con una conclusión”, sostuvo.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian criticó a Metzl y al resto de los firmantes de la carta y aseguró que su objetivo “era obviamente aumentar la presión sobre la OMS y la misión conjunta”.
Fueron Estados Unidos y otros países, y no Pekín, los que politizaron la misión para “desacreditar a China”, sostuvo el portavoz.
“Al cuestionar abiertamente la independencia y las conclusiones de la investigación de científicos reales, no solo paralizarán la cooperación internacional sobre el rastreo del origen, sino que socavarán los esfuerzos globales para frenar la epidemia”, advirtió.
Aunque todas las partes hacen hincapié en resolver el misterio de los orígenes, hay escasos avances sobre los siguientes pasos.
Un equipo de la OMS está revisando actualmente las recomendaciones del informe y “preparará una propuesta sobre los próximos estudios que serán necesarios llevar a cabo”, dijo un portavoz.
Pero no precisó cuándo se presentará la propuesta a Tedros Adhanom Ghebreyesus ni para cuándo se prevé una nueva misión.
En su carta, los científicos urgen a los países a aprobar una nueva resolución en la próxima Asamblea de la organización que se celebrará el mes próximos en la que exijan un verdadera investigación internacional “sin restricciones”.
“Cualquier proceso que no examine ampliamente la posibilidad de un incidente de laboratorio no es creíble”, afirmó Metzl.
Por Agencia