La finalización de la extensión de los 90 días de la administración Trump a la licencia petrolera estadounidense Chevron en Venezuela podría asestar un golpe a la ya frágil economía nacional, profundizando la inflación y desacelerando el crecimiento, según un informe de Ecoanalítica. La advertencia fue emitida por Asdrúbal Oliveros, economista y socio-director, quien analizó las implicaciones de la medida para el país.
«Tras el vencimiento de la extensión de la licencia Chevron, quedamos siendo un socio pasivo», explicó Oliveros en entrevista con Román Lozinski, detallando que Chevron, que gestionaba operativa y financieramente sus campos en Venezuela y exportaba el crudo. Esto implica que «la gestión debe hacerla PDVSA y no puede venderle a los Estados Unidos, sino que tendrá que vender en otros Estados».
La previsión es que la producción venezolana, ahora vendida en su totalidad bajo estas condiciones desfavorables, sufra una merma significativa. Además, la imposición de un arancel secundario por parte de la administración estadounidense a quienes compren petróleo venezolano añade otra capa de complejidad, disminuyendo aún más los incentivos para la compra directa.
«Venezuela va a seguir vendiendo petróleo, primeramente en Asia, pero lo va a tener que vender con un descuento mayor que puede estar entre un 40-50 %,» sentenció Oliveros. Esta pérdida de ingresos, sumada a otros factores, podría representar una merma global superior a los ocho mil millones de dólares, alrededor del 42 % de los ingresos proyectados para este año.
Esta restricción, sumada a la incapacidad de PDVSA de recibir pagos para solventar la deuda con Chevron, como explicó Oliveros, «abre espacio para que Venezuela pueda avanzar a una negociación hacia la normalización política y permita que se restablezca la operación de Chevron en Venezuela», pero en el corto plazo, la situación se complica.
El impacto más significativo, según el economista, recae sobre el flujo de divisas al país. Oliveros adviertió que Chevron y otras empresas similares, aunque controlan solo el 30 % de la producción petrolera, generan el 40 % de los dólares que se venden en el mercado cambiario venezolano.
«El 70 % restante que vende PDVSA principalmente en Asia tiene un descuento más agresivo porque PDVSA está sancionada y tiene que vender este petróleo en condiciones bastante opacas, difíciles, utilizando múltiples intermediarios», señaló.
El economista enfatizó que la vulnerabilidad del país se agudiza por la pérdida de capacidad de almacenaje. El efecto más fuerte de esta situación se sentirá en la inflación y la desaceleración económica. «Esto es como el dolor, va a empeorar», lamentó Oliveros, explicando que «la gente que gana en bolívares va a sentir cómo su poder adquisitivo va a mermar mucho más y la capacidad de sobreponerse a la población va a ser más débil».
Como consecuencia, Ecoanalítica ha elevado su estimación de inflación para el cierre de año, proyectando que superará el 200 %, un marcado contraste con el 45 % registrado el año anterior. La advertencia de Oliveros y Ecoanalítica subraya la necesidad de abordar la crisis económica venezolana y buscar soluciones que mitiguen el impacto en la población.
Por: Agencias / Foto: Cortesía


