Un pleno de victorias en las tres primeras jornadas es una racha desconocida para el Arsenal desde hace 17 años, en la temporada 2004-05, pero esto impulsó hoy al equipo londinense al liderato de la Premier, pendiente del resultado dominical del Manchester City, al que presiona con otro triunfo rotundo y expresivo por 3-0 del tremendo nivel de la máquina dirigida por Mikel Arteta, en la que Gabriel Jesús y Martin Odegaard son las estrellas.
A la espera del rendimiento de Erling Haaland, su compañero y amigo en Noruega, y compañía en Saint Jame’s Park contra el Newcastle (debe ganar por dos goles de diferencia para sostener la primera plaza), es el mejor equipo de las tres primeras citas del campeonato.
Desde cualquier perspectiva, el Arsenal desprende una versión incontestable en su puesta en escena en esta temporada, lanzada por la dimensión que adquirió Gabriel Jesús y consolidada por la combinación de unos futbolistas y unos mecanismos imponentes con Thomas y Xhaka en el medio; con Martinelli, Saka y Odegaard por delante… Y Gabriel Jesús.
En ello insistió su triunfo en el estadio Vitality de Bournemouth, donde desbordó a su rival a toda velocidad con la eficacia que marca la diferencia entre ser uno más o un firme aspirante al título, el aspecto indudable que tiene hoy el Arsenal, y con el talento que explica que todo es posible para el equipo londinense, como la acción de Gabriel Jesús que lo cambió todo en el minuto 5. No fue el goleador ni el asistente final. Pero ‘todo’ fue suyo.
Un globo a la nada lo transformó en una jugada sobre el piso, a donde la bajó de espaldas, con la elegancia, la agilidad y la orientación determinante hacia la portería contraria, en un recorrido en el que sorteó a cada uno de los adversarios que se cruzó en su camino a través de una conducción de nueve toques, todos con la derecha, que resolvió con un pase crucial al desmarque por el perfil izquierdo de Martinelli, cuyo tiro lo repelió el guardameta hacia el centro. Ahí esperaba Odegaard, que empujó el balón a la red. Era tan solo el minuto cinco.
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La exhibición de Jesús también era del Arsenal, un equipo que jugó casi siempre en el campo contrario. No se conformó con nada. Ni siquiera con el 0-2, también de Martin Odegaard, que surgió por el otro lado hacia dentro del área, donde la controló el brasileño y la remató con la izquierda, imposible para cualquier portero, el internacional noruego, hoy capitán ‘gunner’. Su primer doblete desde los 15 años. Todo en tan solo diez minutos.
No se quedó ahí el Arsenal, que agrandó la diferencia en el segundo tiempo. A la exhibición de superioridad se sumó William Saliba, que puso el balón en la escuadra con una certera rosca con la izquierda, al otro poste, en el minuto 54, detalla EFE.
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Zinchenko se llevaba las manos a la cabeza ante el golazo del defensa central. Y Mikel Arteta celebraba con una sonrisa el noveno tanto en tres encuentros de su equipo, al que le anularon después el 0-4 por obra de Gabriel Jesús debido a un fuera de juego milimétrico con un pase magnífico con el exterior de Odegaard, el líder de un líder reluciente en Bournemouth.
Por: Agencias / Foto: Cortesía