José Carabaño, un luchador social barquisimetano que tuvo el privilegio de participar como observador internacional en las elecciones presidenciales de México, el pasado domingo 2 de junio, no dudo en emitir su juicio de valor a dicho proceso «el cual tuvo la virtud de ser organizado por la ciudadanía y con una muestra de civismo que opacó las irregularidades que hubieran podido ocurrir, al igual que las amenazas de violencia que antes y durante se hicieron presentes«.
Carabaño, quien es miembro del «Movimiento Venezolanos con Derechos» destacó que en los comicios aztecas no hubo presencia militar y se desarrolló completamente manual, sin que ello dejará dudas de los resultados que favorecieron a la candidata del partido oficialista Morena, Claudia Sheinbaum, una científica que se convierte en la primera mujer en ser electa para la presidencia de México y cuyo boletín oficial definitivo se espera para las próximas horas.
«En mi informe como observador internacional he de destacar que el proceso eleccionario en México se cumplió con éxito y con una participación estimada en más de un 70 por ciento, en un universo electoral de más de 98 millones de electores, lo cual pese a lo complejo por su carácter manual y las amenazas de violencia que lo rodearon no requirió que los militares intervinieran para interferir en la coordinación adelantada por el Instituto Nacional Electoral (INE) de los Estados Unidos Mexicanos«, resumió Carabaño, quien no ocultó que hubo «ciertas vicisitudes» propias de estos eventos, pero que dada la alta concurrencia de votantes y la ventaja alcanzada por la opción ganadora no afectó el resultado final.
Para el coordinador del Movimiento Venezolanos con Derechos en México no cabe duda el carácter institucional que privó antes, durante y después de unas elecciones en las que el ciudadano sufragaba hasta en seis boletas para escoger al nuevo presidente, así como a 128 senadores y 500 diputados para 32 entidades federativas.
Importante destacar que la designación del venezolano José Carabaño, como observador internacional en el evento electoral citado, se dio en el marco de un riguroso proceso de selección tras lo cual se reconoció en este barquisimetano su condición de luchador social y defensor de los derechos políticos de los venezolanos, así como su compromiso con la transparencia y la democracia en el mundo.
«Es un honor haber sido seleccionado como observador internacional. Mi misión fue velar porque el proceso electoral se cumpliera fe manera transparente y ajustado a la normativa electoral mexicana vigente y creo haber cumplido según lo establecido ese rol«, concluyó el exiliado venezolano desde tierras aztecas.