La confirmación en Sudáfrica de una nueva variante preocupante del coronavirus con mutaciones que, según expertos, marcan un “gran salto en la evolución” de la pandemia, propaga sus consecuencias financieras en la economía global frente al temor de nuevos bloqueos.
Todos los mercados bursátiles asiáticos cerraron con números rojos este viernes. La noticia genera alertas entre los inversores. El petróleo se desploma, y las bolsas en Europa retroceden hasta un 4%, golpeando principalmente a bancos, empresas del sector turístico y de materias primas.
En Asia, los indicadores de los mercados de valores estaban en terreno negativo después de la publicación de estudios que advierten contra la rápida propagación en ciertas regiones del mundo, y particularmente en Sudáfrica, de la denominada “B.1.1.529?, potencialmente más contagioso que la variante Delta, que desequilibró al mundo en los últimos meses.
El índice Nikkei 225 de Tokio cerró con una caída del 2,53 %, tras perder más del 3 % durante la sesión. En Hong Kong, al comienzo de la tarde, el Hang Seng perdió un 2,2%, mientras que el KOSPI de Corea del Sur perdió un 1,3 %. Mientras, en Shanghai, Mumbai y Taipei también la tendencia era negativa.
La propagación de esta nueva variante acrecienta el miedo a la adopción de restricciones más severas para intentar detener una escalada incontrolable de infecciones. La idea de repetirse confinamientos como el decidido por Austria, sobrevuela en Europa. Alemania, la primera economía del bloque continental, estudia endurecer aún mas las restricciones. Portugal, uno de los estados miembros con mayor tasa de vacunación, acaba de decidir un bloqueo de una semana para luego de las navidades.
Con este escenario, las previsiones económicas se debilitan, y con ello, las expectativas de mejoras en los balances empresariales, uno de los principales motores del mejoramiento bursátil de los últimos meses, para algunos, recuperación post pandemia.
“Debido a que tienen en mente la ola Delta a principios de año, los inversores tienden a disparar primero y hacer preguntas después, hasta que aprenden un poco más”, resumió a la prensa especializada, Jeffrey Halley, analista senior de mercado de OANDA para Asia Pacífico, para justificar el golpe del estrés de los mercados.
La presidente de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, adelantando que la Unión Europea tiene como objetivo detener los viajes aéreos desde la región del sur de África, confirmaba esta mañana el golpe para el sector aerocomercial.
“La Comisión propondrá, en estrecha coordinación con los Estados miembros, activar el freno de emergencia para detener los viajes aéreos desde la región de África meridional debido a la variante de preocupación B.1.1.529″, dijo a través de su cuenta en Twitter.
Los inversores castigaron, en el transcurso de la jornada del viernes en Asia, a las aerolíneas que sufrirían un posible regreso de las secuencias de confinamiento o el restablecimiento de las medidas de restricción de viajes. En Tokio, las acciones de Japan Airlines y ANA Holdings cayeron un 6,1 % y un 5, %, respectivamente. En Hong Kong, Cathay Pacific, por su parte, cayó un 3,7 %.
El sector petrolero también es presa de temores. Los centros financieros adelantan que las restricciones reducirían automáticamente el consumo de crudo. El precio del barril también retrocedió un 2 % en Asia el viernes, hasta alcanzar 80,11 dólares.
En Londres, uno de los centros financieros mas importantes del mundo, tambien se repetía el panorama. De hecho, la prensa británica reflejaba la preocupación científica en los diarios económicos. El asesor médico jefe de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido advertía que la nueva variante es la más “compleja” y “preocupante” vista hasta el momento.
El FTSE 100 cayó más del 3 % cuando el mercado abrió el viernes por la mañana, lo que refleja los temores. Las acciones de las principales aerolíneas se desplomaron con IAG, el propietario de British Airways, cayendo más del 21 % en las primeras operaciones, mientras que EasyJet se desplomó un 16 %. El fabricante de motores Rolls-Royce y los gigantes petroleros BP y Shell también se encontraban entre los grandes que retroceden.
La evocación a un panorama epidémico como el soportado por la propagación de la variante Delta, empuja también a los especialistas financieros a orientar sus inversiones hacia divisas consideradas seguras.
El yen, la moneda japonesa, ganaba algo mas de un 0,6 % frente al dólar, lo que además sumaba preocupación a las exportaciones de ese país. La automotriz Toyota, el mayor fabricante de autos del mundo, y su competidor Honda perdieron casi un 2 %.
Finalmente, un recrudecimiento de la pandemia no sólo hace pensar que pueda volver una desaceleración del crecimiento de la economía mundial. Las tensiones inflacionarias persisten. Uno de los datos de la jornada, que observan atentos los analistas, es el de los precios de importación de Alemania. La subida interanual se ha acelerado al 21,7 %, por encima del 19,6 % que pronosticaban los especialistas.
Por Agencia