lunes, noviembre 4

Nosotros los ignorantes

La enfermedad  del ignorante es ignorar su propia ignorancia

Amos Bronson Alcott. ( No. No es una frase de Ricardo Arjona, sino de un tocayo).

“ Al compañero Carlos Andrés Pérez le hace falta un poco de ignorancia” , acusó alguna vez Ese fallecido zorro de la política venezolana Gonzalo Barrios a un Presidente obnubilado que parecía saberlo todo, por el boom petrolero de los años 70 del siglo pasado.

Por supuesto que en los años que vendrían después, ignorancia habría en abundancia en la toma de decisiones trascendentales, porque la historia patria posterior demostraría que cuando sobra la ignorancia las cosas pueden salir mucho peor y que cualquier reclamo parece ser más inútil que una protesta de m náufragos.

Con la condena del alcalde de El tigre del Estado Anzoátegui, por criticar un mural pintado por niños con síndrome de Asperger, parece que la ignorancia ha alcanzado un rango judicial.

La mayor ignorancia de nuestra clase política oficial y de oposición es seguir creyendo ciegamente en la ignorancia de su pueblo.

Así el populismo gana espacio en las redes sociales porque resulta más fácil regalar sillas de ruedas, bastones, bolsas de comida, tanques de agua, besar abrazar a niños y ancianos. Todo deber ser publicado para que se reconozca tanta sensibilidad y desprendimiento. No me jodas!!!!.

Hoy los políticos compiten con los influencers en esa especie de hit párese nacional que es el trending topic.

Mientras tanto hoy seguimos sin saber si nos ahogamos en la inmensidad de un océano solitario o en un vaso de agua. Será que también necesitamos un poquito de ignorancia para reconocernos.

 

Por Amos Smith