Desde la década de los 50, los cubanos empezaron a emigrar a Estados Unidos debido a la dictadura militar. Son muchas las historias de personas, que han decidido navegar hasta en balsa al estado del sol, para poder disfrutar de la calidad de vida que su país no puede ofrecerle.
Actualmente, hay una historia en particular, que ha llamado mucho la atención de los medios de comunicación, y es la del cubano Pablo Mantilla, quien llegó a los cayos de Florida el 22 de mayo de 2022.
Lo impresionante de todo esto, es que el joven, que llegó a Estados Unidos en una tabla del deporte acuático kitesurf, emprendió esta alocada aventura desde la ciudad de Varadero en horas de la mañana y ya en la tarde se encontraba en la ciudad de Miami.
Mantilla, conocido como «Aquaman» por sus habilidades en el mundo submarino, aprovechó los vientos del sureste para navegar y el polvo del Sahara para no ser detectado por las autoridades migratorias norteamericanas. Se enredó con los sargazos, habló con otros balseros en la ruta y solo llevó consigo dos litros de agua con azúcar, para un trayecto de seis horas.
Su historia llegará a Netflix
Recientemente, el joven cubano anunció a los medios locales, que próximamente se estará preparando una película para Netflix, en la cual sería el protagonista, en donde hablará sobre su vida y toda la travesía que vivió en el océano, para lograr llegar sano y salvo al estado de Florida.
Aunque no precisó si ya comenzaron las grabaciones o cuando será el estreno de la misma, Mantilla agregó que el film se hará totalmente en inglés y contará con actores de gran nivel.
Durante una entrevista, agregó que el productor de esta futura obra cinematográfica, radica en Hollywood y actualmente está trabajando para Netflix.
El inmigrante, también ofreció detalles sobre su nueva vida en los Estados Unidos y expresó que se encuentra «sin palabras» tras haber logrado esta peligrosa hazaña que le dio su libertad.
¿Cómo planificó su viaje a Florida?
Según el canal de entretenimiento «La Casa de Maka«, el cubano vivía en la entrada de Varadero, en Boca Camarioca a 100 m de la playa. Asimismo, desde la zona del peaje, sin pensarlo dos veces, puso rumbo hacia el norte.
Antes de partir, se colocó ropa verde fosforescente, con el objetivo de que pudiera ser divisado por algún equipo de rescate, en caso de necesitarlo.
Dos de sus conocidos ya sabían lo que iba a hacer. Una lo ayudó con los insumos, le hizo fotos antes de salir y se las envió a la otra persona que radicaba en los Estados Unidos. “Si no llego en la noche fue que algo pasó”, les advirtió.
De igual forma, agregó que la tabla que utilizó le costó unos 2.000 dólares en Cuba y que para embarcar con ella, utilizó la aplicación Osmand “que funciona en modo avión” y le ayudó a llegar a Florida.
Dicha plataforma permite visualizar mapas de todas partes del mundo, a través de un práctico servicio de navegación.
Por: Agencia