El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visitó este miércoles una base de la fuerza aérea en el norte del país, cerca de la frontera con Líbano, en pleno pico de tensión con el grupo chií libanés Hizbulá.
“La fuerza aérea es nuestro puño de hierro que sabe cómo golpear el vientre de nuestros enemigos”, dijo el mandatario, añadiendo que, si se ve obligada, “lo demostrará una y otra vez”, según un comunicado de su oficina.
Netanyahu visitó la base aérea de Ramat David, al sur de Haifa, donde fue informado sobre las capacidades militares israelíes y las medidas que están tomando las fuerzas para prepararse para un posible ataque, especialmente en el norte.
“Estamos preparados para cualquier escenario, tanto ofensivo como defensivo”, dijo el primer ministro, una frase que repite desde que Hizbulá juró represalias por el asesinato de su líder militar, Fuad Shukr, en un ataque israelí el pasado 30 de julio en Beirut.
Desde entonces, el país teme un ataque conjunto del grupo y de su principal aliado, Irán, que también ha indicado que piensa responder por la muerte en Teherán del entonces líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque que la república islámica atribuye a Israel.
A medida que la guerra en la Franja de Gaza avanza, las autoridades prestan cada vez más atención a la frontera con Líbano, donde hoy detectaron más de 50 lanzamientos de Hizbulá contra los Altos del Golán ocupados por Israel, que causaron un herido leve por metralla.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, durante una visita a las tropas israelíes en el sur de Gaza en la que anunció la eliminación de los cuatro batallones de Hamás en Rafah, dijo que Israel debe estar ahora pendiente del norte, mientras trata de liberar a los rehenes en el enclave y destruir completamente al grupo islamista.
Según el grupo libanés, el objetivo de los ataques de este miércoles era una base militar cercana, en respuesta a una serie de ataques israelíes que de madrugada causaron un muerto y 20 heridos en el este de Líbano.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006, con un intenso intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de al menos 629 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado 386 bajas, algunas en Siria.
En Israel han muerto 49 personas en el norte (23 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores en un ataque contra Majdal Shams), mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 580 personas, entre ellos 69 integrantes de otras milicias, dos soldados libaneses y más de 123 civiles, incluidos 18 menores y tres periodistas, además de los combatientes de Hizbulá.
Por: Agencias / Foto: Cortesía