Rafa Nadal se sobrepuso al cansancio y la buena labor de Duje Ajdukovic para plantarse en la final de Bastad (Suecia), su primera final desde Roland Garros 2022, ante el ganador del partido entre Thiago Agustín Tirante y Nuno Borges.
El tenista de Manacor, en plena puesta a punto para su participación en los Juegos Olímpicos de París, demostró que pese a todo conserva muchas de esas cualidades que le han mantenido tantos años en la cima y que puede volver a ser competitivo con una lucha, cabeza y fe incomparables, reseñó EFE.
En cuartos de final ante el argentino Mariano Navone tuvo que luchar durante cuatro horas para remontar también el partido.
El croata, de 23 años y 130 del mundo, le exigió al máximo, pero al final claudicó ante Nadal por 4-6, 6-3 y 6-4 tras 2h13.
Nadal sufrió sobremanera en el inicio de partido. Los cañonazos del croata, que perseguía ser el primer jugador procedente de la previa en instalarse en la final de este torneo y que no acusaba la presión de disputar su primera semifinal en el circuito ATP, le superaban una y otra vez. 0-3 en un visto y no visto tras perder dos veces el servicio de entrada. Aunque el español esbozó una reacción con un ‘break’, fue insuficiente y el 4-6 se elevó al marcador del torneo sueco.
Incluso volvió a ceder su saque en el primer juego de la segunda manga. Pero Nadal nunca se rinde. Campeón en Bastad en 2005, el mallorquín reaccionó rápidamente, equilibró el partido y con una rotura en el sexto juego selló el empate en el partido al hacerse con la manga por 6-3.
Con Ajdukovic ‘bloqueado’ Nadal voló hasta el 3-0 en el tercer y definitivo set. El partido parecía definitivamente encaminado.
No fue así, porque el balcánico recuperó sus cañonazos, principalmente con su revés, y le devolvió las dos rupturas para situar el 3-3.
De nuevo tuvo que recomponerse Nadal. Echó mano de su experiencia, de su capacidad de lucha, de su mentalidad y de su juego, para volver a hacerse con el servicio de Ajdukovic, situarse con 4-3 y acabar ganando el partido en un final tremendo (6-4).
«Ha sido un partido muy duro», admitió al acabar el encuentro el tenista español, que valoró el poderoso revés del croata y que se sintió muy feliz por volver a una final más de dos años después tras sobrevivir a otro choque más que complicado, así como, en su proceso de recuperación, haber sacado a delante partidos como los dos últimos.
Por Agencia