viernes, noviembre 22

Nacho posa con Melany y su pequeña hija para la portada de People en Español (fotos)

En medio del ojo de un huracán mediático y de una pandemia, el cantante venezolano Nacho y su compañera sentimental, la modelo y presentadora Melany Mille, dieron la bienvenida a su hija Mya Michelle Mendoza Mille.

«Sería falso de mi parte decirte que no me (afectaron las críticas), mi personalidad es bastante sensible», confiesa Mille, quien por primera vez y en exclusiva habla abiertamente sobre su maternidad y su relación con Nacho, que algunos censuraron. «Pero en ese momento, mi conexión con Dios fue grande. Tenía un nivel espiritual que no me permitía que las cosas me afectaran».

El apoyo de su pareja —que le aconsejaba que se pusiera un galón de mantequilla en el cuerpo para que todo le resbalara— fue esencial. «Trataba todo el tiempo de estar ahí para ella, de demostrarle que esas personas que se referían a ella de manera despectiva o a mí de manera despectiva lo hacían porque son personas que quizá tienen una realidad muy vacía. Una realidad muy atormentada», dice el intérprete que fue duramente criticado por dar a conocer su relación con Mille un mes después de anunciar que se separaba de su entonces esposa Inger Devera. «Nosotros tenemos que estar agradecidos con Dios por tener la vida linda que tenemos en todos los aspectos: las bendiciones en materia laboral, en términos económicos, en el asunto de pareja, cómo nos estamos llevando».

Contrario a muchos, los papás de Mya crearon un vinculo más estrecho al estar encerrados durante meses en su casa en la isla de Margarita, en Venezuela. «Aprendí a través de [Melany] que los planes de Dios son perfectos. Ella también era una mujer muy libre. Empezó a vivir con una pareja. Aparte [estaba] embarazada, [tuvo] la fuerza de entender que los hombres no tenemos esa capacidad mental y espiritual que la mujer tiene por naturaleza», dice admirado el cantante cuyo nombre de pila es Miguel Ignacio Mendoza y quien estuvo a punto de caer en depresión en un momento de encierro por la pandemia. «Me gusta ser sincero, los seres humanos somos vulnerables de mil maneras. No tenía contacto con mis productores, sentía que musicalmente estaba preso. Puedo estar muy enamorado y muy contento con la bebé, pero somos seres humanos».

De hecho Mya —cuyo nombre significa la elegida de Dios— trajo la torta bajo el brazo. «Cuando me enfoqué más en el embarazo no leía; bloqueaba y seguía porque no podía dejar a un lado las redes porque estábamos en momentos de pandemia en donde tenía que estar en comunicación con mis compañeros, mis amigos, y todo es a través de las redes», cuenta Mille. «Gracias a Dios, porque se lo agradezco todos los días, por haber tenido al tipo de hombre que tengo en este momento porque quizá otro no me hubiera dado tanta fortaleza, quizá otro me hubiera hundido más o simplemente [hubiera] ignorado mi malestar por esta situación. Y Miguel siempre estuvo ahí. [Me decía:] ‘Ignóralo, en el momento en que ya lo ignores todo el malestar va a desaparecer’, y fue así».

Por eso, la pareja decidió compartir en exclusiva con People en Español esa paz y felicidad que están experimentando acompañados de su hija Mya, quien próximamente conocerá a sus cuatro hermanos de parte de padre: Diego, Miguel, Santiago y Matías.

¿Por qué decidieron nombrar a su bebé Mya?

Melany: La bebé está grandísima, bellísima y superinquieta. Tiene ganas de hablar, caminar de hacer muchísimas cosas y estamos poco a poco con ella creciendo. Queríamos un nombre con ‘m’ por [los nombres de] ambos, pero la propuesta de Miguel es que se llamara Melany Michelle y yo no quería que fuese como el mío. Luego en Argentina junto a mi mami y hermana estuvimos debatiendo y Mia nos gustó y al consultar con Miguel estuvo de acuerdo, conservando el Michelle que siempre ha sido el nombre que pensó para su primera hija. Luego Miguel y yo debatimos si el nombre debía llevar o no acento en la ‘i’ al escribirlo, y así fue como finalmente decidimos que fuese con ‘y’ y pueda pronunciarse Mia en español o Maya en inglés. Pensé en Mia porque además de ser [con] ‘m’, su origen es hebreo y significa la elegida de Dios. Ahora nuestra bebe es 4 ‘m’ y eso le resulta muy curioso a todos. Mya Michelle Mendoza Mille.

¿Qué es lo que aprendieron durante la pandemia?

M: Lo que aprendimos en la pandemia fue a cocinar (risas).

Nacho: Nos tocaron tres meses dentro de un apartamento sin salir. En Venezuela, en la isla de Margarita —es una isla paradisíaca— no podíamos tener acceso a las bellezas de la isla por estar encuartelados tanto tiempo. Entonces lo que hicimos fue un plan de alimentación y todos los días nos proponíamos a hacer nuevos platos. Hicimos dinámicas de entretenimiento y lo que más nos entretenía era estar en la cocina.

¿Los dos se metían a la cocina?

M: Sí, los dos. Llamábamos a nuestras mamás, nuestras hermanas para preguntarles cómo hacer ciertos platos, y la verdad era divertido.

¿Qué retos enfrentaron durante esos meses?

M: Siempre he sido una persona superactiva y trabajadora; he llegado a tener tres o cuatro trabajos desde muy pequeña hasta estando en la universidad. De un momento a otro que te quedes sin hacer absolutamente nada [se me hizo] una situación bastante difícil y además estando embarazada, donde las hormonas se nos mezclan. Aparte de eso, [también fue difícil] con Miguel que tiene una personalidad bastante peculiar, siendo un artista que nunca paraba y que tenía tantos años en su vida montado en un avión o haciendo una cosa y otra todos los días de su vida, y de repente te meten un freno, [te dicen] no puedes salir de aquí.

¿Qué aprendiste de Melany?

N: Creo que primero lo fácil que se adaptó a una vida completamente distinta a la que venía viviendo; fue un cambio muy drástico que tomó con mucha madurez y mucha responsabilidad. Lo que aprendí a través de ella es que los planes de Dios son perfectos. Ella también era una mujer muy libre que tenía la posibilidad de hacer un montón de cosas. Ella empezó a vivir con una pareja —que no había tenido al oportunidad de vivir. Aparte [estaba] embarazada, [tuvo] la fuerza de entender que los hombres no tenemos esa capacidad mental y espiritual que la mujer tiene por naturaleza.

Entender los cambios de humor de tu pareja y en vez de llevar tu humor a lo negativo más bien tratar de sacar a tu pareja de esos huecos emocionales en donde cae. Eso me ha hecho concientizarme que en los momentos que ella tenga ese tipo de bajones emocionales, entonces yo tengo que estar ahí para ella para brindarle la mano y sacarla de ahí y no echarle tierra dentro de esa fosa.

¿La pasaste mal?

N: Estuve muy cercano a deprimirme. Me gusta ser sincero, los seres humanos somos vulnerables de mil maneras. Estaba en Margarita y no tenía contacto con mis productores, sentía que musicalmente estaba preso, puedo estar muy enamorado y muy contento con la bebé, pero somos seres humano que tenemos trabajo.

Veía como la industria a pesar de la pandemia continuaba, y yo me preguntaba: ‘¿Oye, por qué la gente no está detenida como yo?, ¿por qué yo me detuve?’. Era difícil salir de la isla de Margarita. No hay manera de salir del lugar si no tienes el permiso gubernamental para hacerlo.

Creo que [Melany] me impulsó a seguir creyendo, a no caer en depresión. La sentí cerca. Gracias al apoyo de ella pude sobrellevar esa situación y pude entusiasmarme de nuevo.

Busqué productores en la isla, empecé a tener nuevos amigos. Empezamos a tener rutinas de hogar, ir al supermecado. Hice un estudio en el apartamento. Busqué a gente que estuviera en la isla que tuviera equipos. Fue de gran ayuda.

 

Y en medio del encierro llegó Mya…

M: [Es] maravilloso. A mí si bien es cierto me tocó un poquito complejo, no voy a decir difícil, pero complejo, apenas mi mamá llegó hace mes y medio al país. Gracias a Dios una de las hermanas de Miguel, una de sus hermanas mayores, me acompañó cuando nació la bebé para guiarme porque no tenía idea de absolutamente nada, típica mamá primeriza. Lo que más quiere [uno] en ese momento es a su mamá y yo no tuve ese privilegio.

Me fui adaptando poco a poquito, [Mya] es un ser maravilloso. Miguel siempre dice que es un ser bastante particular. No lloraba, no se quejaba, era tan buena, sigue siendo buena. Se porta tan bien que todo me lo ha hecho muchísimo más fácil y sencillo.

Yo estoy superenamorada de ella. Las cosas pasan cuando tienen que pasar y los bebés llegan cuando Dios lo decide. Y Miguel super chocho.

N: Estoy chocho, chocho aquí en Venezuela es como enternecido. No había tenido la oportunidad de compartir en el crecimiento y desarrollo de una niña. Es un poquito más complejo y enternecedor. Y la delicadeza es distinta, el trato es distinto.

Por: Agencia