La misión de SpaceX, propiedad de Elon Musk, es revolucionar la exploración espacial mediante la reutilización de cohetes, lo que reduce costes, mejora la eficiencia y permite un acceso más frecuente y asequible al espacio para empresas y organizaciones. En relación con esto, la compañía espacial ha logrado un nuevo hito en la reutilización de cohetes al establecer un récord en el uso de la primera etapa del propulsor.
Estamos hablando de que el Falcon 9 ha realizado este miércoles su vuelo número 24, convirtiéndose en el que más se ha lanzado en la historia.
El Falcon 9 de SpaceX establece un nuevo récord
El miércoles por la mañana, el propulsor Falcon 9 despegó desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, a las 5.13 de la mañana ET, lanzando con éxito 24 satélites Starlink a la órbita baja de la Tierra. Curiosamente, también es la 24ª vez que se lanza la primera etapa del cohete, el que más de todos los tiempos, que después, unos nueve minutos después del lanzamiento, aterrizó sin problemas en un barco no tripulado.
El diseño reutilizable del Falcon 9 permite a SpaceX reutilizar las partes más costosas del cohete, y recortar de manera significativa los tiempos de respuesta entre vuelos, reduciendo los costes de las misiones espaciales. Esta estrategia ha incrementado la frecuencia de lanzamientos, haciendo que las misiones orbitales sean más accesibles para una amplia variedad de clientes.
Watch Falcon 9 launch 24 @Starlink satellites to orbit from Florida https://t.co/Ck6xSNaOj2
— SpaceX (@SpaceX) December 4, 2024
Mientras tanto, SpaceX sigue trabajando para dar pasos hacia adelante con el Super Heavy, la primera etapa del sistema Starship.
Gracias al avanzado sistema de Mechazilla, una torre de lanzamiento equipada con brazos mecánicos gigantes capaces de capturar el cohete antes de que toque el suelo, la compañía logró recuperar la primera etapa con éxito durante su quinto vuelo de prueba, pero el sexto intento no tuvo el mismo resultado.
El sistema no solo elimina la necesidad de operaciones de rescate en zonas de aterrizaje remotas, sino que también ahorra tiempo y recursos al permitir que el cohete regrese directamente al lugar de lanzamiento. Esta innovación facilita ensayos más frecuentes y acelera el desarrollo de futuras misiones, incrementando la capacidad de prueba y reduciendo significativamente los plazos.
Por: Agencias / Foto: Cortesía