El animal llegó a pesar más de 17 kilos, y sus cuidadores todavía desconocen si falleció a causa de la obesidad o tumores cancerosos que presentaba en múltiples órganos y no lograron ser detectados a tiempo debido a la espesa capa de grasa que cubría su cuerpo.
Migajas, conocido como el gato más gordo del mundo, falleció recientemente en Rusia luego de ser ingresado en un programa especial para combatir la obesidad en animales, reseñó CNN.
Este felino, cuyo nombre en ruso es Kroshik (que significa “Migajas” en español), se hizo viral luego de ser rescatado de un sótano de un hospital ruso. Allí, había sobrevivido durante años a base de una dieta de sobras y galletas, alcanzando un extraordinario peso de más de 17 kilos.
En un esfuerzo por mejorar su salud, Migajas fue trasladado a un centro veterinario en Perm, donde logró perder aproximadamente 2,5 kilos. Sin embargo, el animal comenzó a manifestar problemas respiratorios y falleció el pasado sábado, según informó el medio NewsX.
Galiana More, quien dirige el refugio de gatos Matroskin Shelter, señaló que el gatito presentaba tumores en el bazo y otros órganos internos que no lograron ser detectados debido a la espesa capa de grasa que cubría su cuerpo.
Aún ahora, More afirma que es difícil determinar si el fallecimiento fue causado principalmente por la obesidad o por los tumores. “Cuando se da un colapso multiorgánico de esta magnitud, el cuerpo no logra resistir, aunque Migajas era en serio un luchador”, comentó.
Según More, los gatos tienden a disimular los síntomas hasta que el problema es severo, lo que dificulta la detección temprana de enfermedades.
“Migajas no mostraba signos evidentes de enfermedad, como problemas respiratorios o digestivos”, subrayó.
Los exámenes que se le habían realizado a Migajas semanas antes de su fallecimiento, en tanto, no indicaron ninguna anomalía relevante.
Su muerte, en tanto, ha dejado un profundo pesar en sus cuidadores, quienes se esforzaron en diseñar un régimen estricto de dieta y ejercicio, que incluyó caminatas en una cinta corredora sumergida bajo el agua, en pro de ayudarle a perder peso.
A través de un comunicado, sus cuidadores expresaron su tristeza al señalar que “a veces los milagros no ocurren”, y agradecieron a quienes siguieron la historia del gatito color naranja, destacando su rol como un símbolo de esperanza.
Por Agencia