sábado, noviembre 23

Muere el último hombre que vivía en un “pulmón de hierro”: Pasó 70 años acostado dentro de la máquina

La historia de Paul Alexander, conocido cariñosamente como “Polio Paul”, ha llegado a su fin con su reciente fallecimiento a los 78 años. Este hombre, que contrajo polio cuando solo tenía seis años, pasó más de siete décadas de su vida dentro de un cilindro de metal, conocido como “pulmón de hierro”, que le permitía respirar.

El trágico evento fue anunciado por Christopher Ulmer, quien conoció y entrevistó a Paul Alexander en 2022. En su comunicado, Ulmer expresó el impacto positivo que la vida de Alexander tuvo en muchas personas alrededor del mundo. Alexander no sólo sobrevivió a la polio, sino que también logró obtener un título universitario, se convirtió en abogado y autor publicado, indica la nota de Metro Latinoamerica.

Paul Alexander dice adiós y con él se va el último “pulmón de hierro”

La historia de Alexander es un testimonio de determinación y resiliencia. A pesar de las limitaciones impuestas por su condición, logró alcanzar logros significativos en su vida. Desde sus días en la universidad hasta su exitosa carrera como abogado, Alexander desafió las expectativas y se convirtió en un modelo a seguir para muchos.

Sin embargo, su vida estuvo marcada por los desafíos constantes de vivir dentro de un pulmón de hierro. Aunque logró respirar por sí mismo durante cortos períodos fuera de la máquina, pasó la mayor parte de su tiempo dentro de ella. A lo largo de los años, enfrentó diversos problemas de salud, incluyendo infecciones respiratorias y dolores en las piernas.

A pesar de estas dificultades, Alexander se mantuvo optimista y decidido a compartir su historia con el mundo. A través de entrevistas, libros y redes sociales, inspiró a innumerables personas con su valentía y perseverancia.

“Polio Paul” deja un enorme legado

El legado de Paul Alexander perdurará en aquellos que fueron tocados por su historia. Su determinación para superar las adversidades y su actitud positiva frente a la vida continuarán siendo una fuente de inspiración para muchos en los años venideros.

Es importante recordar su impacto duradero y celebrar su extraordinaria vida. Aunque su tiempo en este mundo ha llegado a su fin, su espíritu vivirá en los corazones de quienes lo conocieron y lo admiraron. Que su memoria sea un recordatorio eterno de la fuerza del espíritu humano y la capacidad de superar cualquier desafío que se presente en el camino.

Por: Agencia