La máxima condecoración que puede entregar el Parlamento tachirense, la Gran Cruz del Táchira, fue otorgada este viernes a Monseñor Mario Moronta Rodríguez, obispo de San Cristóbal y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
“Cuando yo llegué al Táchira hace años, algunas personas quizás sin mala voluntad manifestaron que yo venía con miedo o castigado, pero yo no vine con miedo, a los pocos meses de llegar sentí que el Señor me quería aquí presente para el servicio”, expresó monseñor Mario Moronta.
Comentó que le ha dado la vuelta al Táchira cuatro veces, algunos momentos caminando y otros en vehículo para conocer a la gente y ser reconocido como pastor. “Encontré que acá hay mucha alegría, así como desilusiones, pero hay mucha gente llena de amor que está vinculada a la tierra y al trabajo. Como sacerdote encontré la fe que se demuestra de manera especial el 6 y el 15 de agosto”, dijo Moronta durante su celebración en el salón de sesiones Ligia Montoya.
Detalló que los sacerdotes tachirenses, con sus virtudes y sus defectos son capaces de construir el reino de Dios en favor del estado andino.
Su mayor alegría, según señaló, que encontró que junto a la celebración del Santo Cristo y la Virgen de la Consolación hay una Iglesia viva, una que comparte el ser y el quehacer tachirense.
“Acepto este homenaje y agradezco al señor Gobernador y a la presidenta del CLET, Charly Rojas, pero quiero dejar claro que esto no es tanto para mi persona sino para lo que represento, porque estoy en representación de toda la Iglesia del Táchira”, puntualizó al tiempo que dijo sentirse orgullo se ser venezolano y ahora “gocho”.
Por su parte el gobernador Freddy Bernal, mientras otorgaba la condecoración a Monseñor Morona Rodríguez le indicó que 23 años al servicio del pueblo tachirense lo hacen merecedor de la misma:
“Reconocemos un gocho de corazón y hoy los tachirenses queremos homenajear esa entrega al servicio público”.
Por: Agencia